Opinión

Estado Federal y Cataluña

Juan J. Sánchez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Oye -dijo Rubalcaba-, sube al desván y mira a ver si encontramos que nos puede servir para salir de esta”. Y Elena Valenciano subió y bajó con ello. “Este ‘artefacto’ es lo único que tenemos aquí”. Rubalcaba lo contempló con cierta duda, dio una vuelta en torno a él y manifestó: “Bueno, a fin de cuentas es el mismo que nos ha funcionado desde 2003 al 2010, ¿por qué no iba a servirnos ahora?. Se trataba del viejo ‘artefacto’ federal, el mismo cuyo estandarte levantaron Maragall y Zapatero.


A comienzos de este siglo este ‘artefacto’ tenía una cuádruple misión: arrebatar la hegemonía a los nacionalista de Cataluña; solucionar el problema catalán, si no definitivamente, al menos para ‘veinticinco años’; contentar al PSC y hacer menos conflictiva su relación con la casa madre; marginar al PP o, al menos, para hacerlo parecer como la derecha más cavernaria e incapaz de dialogar. Hoy la finalidad del ‘ingenio’ ha quedado reducida a contentar al PSC y a desmarcarse del PP.

Suponiendo que el propósito del PSOE fuera serio y que las soluciones a nuestros males pasan por un Estado Federal, yo quisiera preguntarles ¿Qué es para ellos un Estado Federal? Porque estados federales los hay de muchos tipos y, en todo caso, España ya es un Estado Federal. ¿Cuál es el que ellos preconizan?. Vayamos a más. Supongamos que se llevase a cabo la propuesta que los ‘chicos’ socialistas han propuesto. ¿Arreglaría eso algún problema? Para consumar acuerdos es necesario que ambas partes estén dispuestas a llegar a un punto común ¿Creen ustedes que CiU y ERC estarían dispuestos a firmar un convenio que no incluyese el derecho a la independencia, algo que el propio PSOE dice que de ninguna manera está entre las materias negociables? Y aunque CiU estuviera dispuesta a aceptar esa renuncia ¿podría hacerlo sin ser devorada electoralmente por ERC?
Y ahora vayamos al conjunto de España. ¿Qué sería del partido de ámbito estatal que aceptase como solución a los ‘males de Cataluña’ el derecho a la independencia?. Si para el PSOE esto supondría un desastre relativo, para el PP se convertiría en una hecatombe absoluta. De modo que por aquí tampoco son posibles las cosas. Y desde otros puntos de vista, en la hipótesis marciana de que la nueva Constitución (de obligado acuerdo entre PP, PSOE, CiU y ERC, entren otros) incluyese ese derecho ¿No debería afectar también, por la fuerza de los hechos, a Euskadi?. Y en ese caso ¿no debería incluir, por el mismo decoro democrático a todas las 'nacionalidades y regiones?. Paréense un segundo y piénselo.

Ahora, figúrense también, que el anteproyecto incluyese alguna fórmula distinta de la actual para la permanencia de Cataluña en España, que los catalanistas aceptasen y que, además, se les concediese una financiación a la carta que les permitiese aportar menos dinero a la caja común, que a fin de cuentas es lo que quieren. Creo que es bastante ingenuo pensar en estos momentos que la mera cuestión económica solucionaría el conflicto. Pero aún dándolo por bueno y que los catalanes se sintieran satisfechos con un arreglo pecuniario, esto no traería la paz pues convertiría a las residentes en el resto de las regiones españolas en ciudadanos de tercera, como ya lo somos con respecto a vascos y navarros, por tener peores servicios, peores comunicaciones y menos dotaciones sociales y sanitarias. ¿Ustedes votarían ese nuevo texto constitucional engendrado mediante el ‘artefacto’ socialista? Yo desde luego no.