El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Siguiendo la línea que ya venía marcada por el ligero respiro en la carga fiscal para las familias, el Ayuntamiento de Galapagar confirmó esta semana que ha reservado una partida de 325.000 euros para becas escolares, dentro de una convocatoria cuyo plazo de solicitud se abrirá el próximo 3 de marzo. Sin duda, esta medida es un síntoma de que la situación económica del Consistorio ha experimentado una notable mejoría, muy lejos de la situación que se vivía hace seis años, al mismo borde de la quiebra. La deuda sigue siendo elevada, pero la previsión del Ejecutivo es que se continuará reduciendo en los próximos ejercicios, dejando margen para bajar impuestos, impulsar inversiones (como con la nueva biblioteca municipal en el antiguo Centro Cívico) y, como ocurre en este caso, ofrecer ayudas directas a los vecinos.
Resulta significativo que estos primeros pasos dentro de la recuperación se estén trasladando a áreas como las de Educación y Cultura, subrayando que el desarrollo futuro ha de realizarse pensando, por encima de todo, en las personas más que en los grandes proyectos. De esta iniciativa podrán beneficiarse miles de familias, con más de 6.000 hijos a los que potencialmente pueden llegar estas ayudas, que el próximo año, según anunció el propio alcalde en rueda de prensa, aumentarán sensiblemente. De momento, tal como recogen los cálculos realizados por el Ejecutivo, la cuantía media de la ayuda se podría situar en unos 60 euros por niño, lo que para una familia con dos hijos supondría contar con 120 euros, cifra nada desdeñable. Además, el Equipo de Gobierno ha decidido que en esta subvención se entregue de forma directa, no en función de la renta, con el objetivo de llegar a esas familias de clase media que habitualmente se quedan fuera de aquellas becas que conceden tanto la Comunidad de Madrid como la Administración central, pero que también tienen que hacer piruetas para llegar a fin de mes.
Por otra parte, en la convocatoria de estas ayudas también se ha querido tener en cuenta al comercio local, de modo que aquellos que no puedan justificar gastos por uniformes o escolarización, sí podrán hacerlo reservando los libros de texto para el próximo curso en las papelerías y librerías de Galapagar. Se trata en suma de una medida que a buen seguro será bien recibida por las familias de este municipio, que de este modo obtendrán una ligera recompensa después de unos cuantos años de ajustarse el cinturón de forma continua.