ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Diez años después de que el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial diera los primeros pasos de cara a la aprobación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que sustituyera a las Normas Subsidiarias de 1999, el Equipo de Gobierno, que continúa encabezado por José Luis Fernández-Quejo (PP), ha retirado oficialmente el Avance que se aprobó inicialmente por la Junta de Gobierno en enero de 2015, tal como indicaba el edil de Urbanismo, Gonzalo Cuesta, en declaraciones a El Faro del Guadarrama, quien añadía que en realidad este proyecto ya se había dado por “muerto y enterrado” hace tiempo.
Así lo certificó este mismo órgano de gobierno hace unas semanas, resolviendo el contrato que el Consistorio tenía con la empresa D+I Zone Arquitectos Asociados. Cabe recordar que el punto más destacado, y también más polémico, de aquel embrionario Avance del PGOU pasaba por la creación de un nuevo núcleo residencial en la zona de Monesterio, a unos 13 kilómetros del centro urbano, actuación que provocó un rotundo rechazo tanto de los grupos de la oposición como de distintos colectivos ciudadanos y ecologistas.
Después, en junio de 2006, llegaría la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de territorio histórico de la Cerca de Felipe II, decisión que afectaba de lleno al PGOU, al igual que la aprobación, en 2009, del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de la Sierra de Guadarrama. Finalmente, la Dirección General de Patrimonio Histórico trasladó al Ayuntamiento sanlorentino hace apenas unos meses que, en caso de seguir con la tramitación del Avance, éste debería adaptarse a la nueva Ley de Patrimonio Histórico.
Políticas menos expansivas
Atendiendo a esta situación, y teniendo en cuenta también la crisis económica y el estallido de la burbuja inmobiliaria que se ha vivido durante este tiempo, el Ejecutivo ha decidido “oficializar” lo que hace tiempo ya era un hecho incontestable: que este Plan General había pasado a mejor vida. De este modo, el Equipo de Gobierno ha cambiado los “criterios y objetivos” respecto al modelo urbanístico de futuro, señalando que “ha de dirigirse ahora a la implementación de políticas menos expansivas y más conservacionistas”, lo que en la práctica se traduce en que el planeamiento que se ponga en marcha habrá de centrarse en “actuaciones parciales de reforma y rehabilitación”. Tampoco se descartan “puntuales” operaciones de “transformación urbana” e incluso de “generación de nuevo suelo urbanizado”, aunque en cualquier caso cabe aventurar que estos hipotéticos desarrollos no tendrán la magnitud que planteaba el Avance del PGOU ahora definitivamente “retirado”.
El nuevo planeamiento, continúa el documento oficial remitido por el Ayuntamiento, “irá destinado a la adaptación de la normativa a los numerosos cambios legales surgidos en este periodo, a mejoras técnicas de redacción normativa y a aspectos de microcirugía urbana, siendo el eje central la rehabilitación y conservación de edificios, aspectos básicos en un municipio como San Lorenzo de El Escorial”.
Una muerte anunciada
Por su parte, el PSOE local ha afirmado tras conocerse esta decisión que “se trata de la crónica de una muerte anunciada”, añadiendo que el citado Plan General “no tenia futuro”. “Es una buena noticia que celebramos, pero que se tenía que haber producido antes”, señaló el portavoz socialista, Francisco de Gregorio, recordando además que D+I Zone procedía de la extinta empresa Plarquin Consultores. “Se rompe una relación que se tenía primero con Porto Rey, que tuvo que dimitir de su puesto en la Comunidad de Madrid, y con Arnaiz uno de los personajes del urbanismo salvaje”, subrayaba el edil de la oposición.
“Se ha roto el plan que pretendía agotar el territorio edificable, lo cual no es un logro de gestión, sino un fracaso desde el punto de vista de la planificación, del desarrollo sostenible y de las necesidades sociales”, explicó De Gregorio. Este PGOU, proseguía el también secretario general del PSOE local, “suponía la congelación del núcleo histórico de San Lorenzo y la creación de otro gran núcleo residencial de 325 hectáreas, localizado al sur de la autopista A-6, con una pequeña ampliación al norte de la M-527”. Este último es el sector conocido como SAU-2, desarrollo que sí se mantiene en marcha -aunque de forma muy ralentizada- y que se centra en usos terciarios.
7.000 viviendas
Los convenios planteados, afirma el concejal socialista, implicaban la construcción de hasta 7.000 viviendas en un nuevo “barrio autosuficiente de alta accesibilidad metropolitana en los márgenes de la A-6”.
“Visto con perspectiva esto parece cómico y hubiera sido la ruina para nuestro municipio. Desde ese punto de vista la oposición a este proyecto por parte del PSOE y de los grupos ecologistas ha sido fundamental para que este dislate no se haya producido”, aseguró De Gregorio, para quien “no puede ser que quienes propusieron este plan sean los mismos que ahora quieren hacer conservacionismo”
Para el grupo socialista de San Lorenzo, “a partir de ahora el camino ha de ser otro y tiene que estar basado en la oportunidad de valorar la sostenibilidad del municipio y aprovechar sus fortalezas, como la declaración de Patrimonio de la Humanidad y de Bien de Interés Cultural en la categoría de territorio histórico”.