Opinión

Empleo y bases de cotización

José V. Rodríguez

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Si a los ojos de la presidenta del FMI, Christine Lagarde, y de los inversores internacionales España era hace un año un auténtico desastre, ahora parece que somos los adalides mundiales de la recuperación. Todo gracias a una macroeconomía que empieza a dejar buenos datos pero que le queda aún lejana al bolsillo de los ciudadanos y a las cajas de las empresas.

Los empresarios, precisamente, siguen bastante mosqueados con lo que consideran una china (más bien todo un pedrusco) dentro de ese camino de salida de la crisis: se trata de una nueva subida decretada por el Gobierno para las cotizaciones a la Seguridad Social, en este caso de forma indirecta a través de los complementos salariales -planes privados de pensiones, vales de comida, seguros médicos o dietas de transporte-. La medida era conocida desde septiembre, pero eso no ha evitado que surja la polémica. España mantiene las cotizaciones más altas de nuestro entorno europeo (rozan el 40%). “Además de subir las bases máximas de cotización nos obligan a cotizar los complementos salariales. Vamos en la dirección inversa”, dice la CEOE, que ha urgido al Gobierno a retirar un decreto que también ha sido muy criticado por otros colectivos empresariales, que han señalado que esta propuesta empequeñece los efectos de la famosa Ley de Emprendedores, promulgada en 2013 por el Ejecutivo de Rajoy, porque está creando mucha confusión entre las pequeñas empresas preocupadas por los efectos que tendría para su economía dicho proyecto. En concreto: los empresarios siguen pensando que el Gobierno les sigue friendo a impuestos con un afán meramente recaudatorio, y que eso dificulta la creación de empleo. Ciertamente, la película suena más a eso, por mucho que el Gobierno apunte a ciertos casos en los que el trabajador termina percibiendo buena parte del sueldo a través de complementos. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha defendido que los trabajadores tienen que cotizar por todo su salario y que las empresas deben realizar sus políticas sociales con cargo a sus beneficios y no al sistema de la Seguridad Social. Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, habló incluso de “ingeniería retributiva” o de “cotización a la carta”, negando que el decreto vaya a frenar el empleo.