INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Merodeaba días atrás por el entorno del vertedero que lleva mi nombre cuando me topé con un manojo de hojas amarillentas impresas en formato folio, cuya tipografía ponía en evidencia su antigüedad. Tras recogerlas comprobé que se trataba de una auténtica reliquia periodística: eran los restos de un ejemplar de El Defensor de la Sierra, revista quincenal editada en Villalba en los años 30, me comenta Lobo Cojo. Entre las noticias que aparecían en esta edición fechada el 5 de septiembre de 1933, una me llamó poderosamente la atención. Bajo el título “Asamblea celebrada en salón de actos de El Paraíso”, se daba amplia información sobre una reunión de vecinos, a la que también había asistido el alcalde, señor Del Oso, y donde se debatió sobre el “magno proyecto de la traída de aguas a nuestro municipio”. Muchos asistentes criticaron la gestión, a su entender equivocada, del Ayuntamiento y hubo incluso algún que otro conato de enfrentamiento entre los asistentes, pese a las reiteradas llamadas a la sensatez por parte del moderador, señor Oña. Al final, según el ‘corresponsal’, se impuso la cordura y los villalbinos dieron su visto bueno para que se acometiera la obra más importante de la historia de nuestra ciudad: la acometida de agua potable. Moraleja: los grandes proyectos (canalización del río, remodelación de la calle Real, parking de Honorio Lozano, etc), pese al paso de los años, siempre han originado duros enfrentamientos entre administradores y administrados. ¿Alguien sabe por qué?”.