El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Los nacionalistas catalanes han dado un paso más en su plan encaminado a la secesión de Cataluña y el envite no es baladí. Llegó el momento de que el Gobierno, que debe ser el garante de la Constitución, dedique denodados esfuerzos a frenar esta agresión a la soberanía del pueblo español. No debemos olvidar que democracia es también cumplir fielmente las normas de convivencia que nos rigen y por ello no se puede admitir que los secesionistas se salten a la torera la legalidad vigente. Hasta hace no mucho, algunos gurús del independentismo más desatado, afirmaban ufanos que el 11 de septiembre de 2014, la región catalana sería independiente. Ellos anhelaban una declaración unilateral que no se va a producir en tal fecha.
Ahora cambian la fecha de su quimera hasta noviembre, pero con los instrumentos del Estado de Derecho en la mano, no se puede permitir un referéndum a todas luces ilegal.
JORGE ARANA
Torrelodones