El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La Navidad llega un año más a la Sierra con una gran variedad en la oferta de actividades en nuestros municipios, con el denominador común de la ilusión y el objetivo, además de facilitar unos días de ocio especialmente pensados para los más pequeños, de dinamizar la actividad en las distintas localidades de la comarca. Así ocurre en San Lorenzo de El Escorial, donde el Belén Monumental atrae cada año a miles de visitantes, haciendo de diciembre uno de los meses más fuertes en cuanto al turismo; en Collado Villalba, siguiendo la línea de recuperar la ‘capitalidad’, se ha reforzado igualmente el programa navideño; Guadarrama también subraya su apuesta turística con unas jornadas gastronómicas; Moralzarzal pone en marcha un año más una gran oferta para todos los públicos en la plaza de toros cubierta; fomentar el comercio y la hostelería es uno de los objetivos que se han marcado en Galapagar; y en parecidos términos podríamos hablar de otras localidades de la zona, como El Escorial, Valdemorillo, Torrelodones o Collado Mediano, donde estos días de fiesta se viven con especial intensidad, esperando de paso que la actividad económica experimente un empujón más que necesario.
Pero más allá de las programaciones navideñas, si algo domina estas fechas es un renovado espíritu de solidaridad, de modo que se multiplican las iniciativas para ayudar a quienes lo están pasando mal en esta prolongada época de crisis. Cierto es que hay indicadores macroeconómicos que confirman el fin de la recesión, pero todavía estamos lejos de que esos datos se trasladen al día a día de tantas y tantas familias cuya situación está muy lejos de haber mejorado. Hasta que eso de verdad ocurra, la solidaridad actúa como termómetro de una sociedad que, en su conjunto, ha podido cometer importantes errores a lo largo de los últimos años, pero que en estos momentos también está reaccionando de forma ejemplar ante la desesperada situación de miles de personas. Ayudar a estas familias, contribuir a que sus hijos puedan disfrutar de la Navidad a pesar de todo, es quizá el mejor regalo que nos podemos hacer.