Opinión

Tiempos de rebajas

Pascual Mogica

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras la huelga de basuras de Madrid he dado un repaso a las huelgas sectoriales o locales habidas en estos últimos meses y he llegado a la convicción de que la vieja y permanente reinvindicación de la patronal de que se regularice el derecho a la huelga, ese viejo deseo, puede estar camino de llegar a materializarse y, además, con muy buenas perspectivas de que el resultado de esa ‘regularización’ sea muy, pero que muy, favorable para ellos.


En mi opinión estamos en el camino que se corresponde para llegar a alcanzar lo que podríamos llamar “la huelga perfecta”. Ya hace mucho tiempo que los trabajadores japoneses iniciaron el camino a seguir con sus huelgas, a las que llamamos “a la japonesa”. Sabido es que estas consisten en no paralizar la producción, sino todo lo contrario: aumentarla.

Como recordarán, hace unos meses tuvo lugar la “huelga de las basuras” en Granada, que duró bastantes días y que provocó que miles de toneladas de desechos orgánicos y de todo tipo estuvieran ‘decorando’ las calles de esta bella ciudad andaluza y ‘perfumando’ el medio ambiente. La huelga acabó de forma bastante insólita, algo novedoso y que no se había dado hasta ahora; los que llevaron a cabo la huelga no consiguieron ningún tipo de mejora social o económica, nada de eso, el resultado fue atípico de todas todas. El acuerdo para desconvocar la huelga consistió en que los trabajadores aceptaran una rebaja de sus salarios del 2,5% en 2013, así como renunciar a los ocho días de descanso que tenían concedidos por convenio. También se comprometieron a trabajar una hora más a la semana para ampliar la jornada de 35 a 37,5 horas semanales. Esta “huelga a la granadina” fue de lo más beneficioso para la empresa contratante de la limpieza. Lo mismo ocurrió en la huelga de basuras de Sevilla.

Se desconvocó con la aceptación de los trabajadores de ver reducidos sus salarios en un 3,6% y trabajar media hora más diariamente. Toda una “huelga a la sevillana”. La última y más reciente ha sido la de Madrid, donde las cosas han acabado con la aceptación de los trabajadores de una congelación salarial para los próximos cuatro años y que la empresa tenga derecho a presentar expedientes de regulación temporal de empleo de 45 días durante cuatro años (hasta 2017), Esto sería una “huelga a la madrileña”.

Por tanto, está claro que entre la “huelga a la japonesa”, la “huelga a la granadina”, la “huelga a la sevillana” y la “huelga a la madrileña”, se dan los ingredientes precisos para poder llegar a conseguir en un futuro lo que podríamos considerar “la huelga perfecta” a la que antes he hecho alusión, algo que sin duda aplacaría la constante presión del sector empresarial y se podría asegurar que satisfaría, yo creo que más que ampliamente, sus deseos de cómo, según ellos, debe ser realmente el objetivo de una huelga. Trabajar más y cobrar menos, como dijo en su día ese ‘célebre’ personaje apellidado Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE. Por lo que se ve, son tiempos de rebajas.