El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
En los últimos meses ya son tres las grabaciones que han resultado claves en Galapagar para resolver hechos delictivos o infracciones más o menos leves. Así ocurrió con el caso de la presunta pirómana o el graffitero reincidente, y ahora ha sido el turno de un menor sorprendido cuando realizaba pintadas ofensivas hacia la Guardia Civil. Sus progenitores tendrán que enfrentarse al pago de una multa que oscilará entre los 300 y 3.000 euros.
Además, la Policía Local investiga la relación de esta pintada con otras en distintos puntos de la localidad y que, dado su similar contenido, podrían tener la misma autoría.