El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Manuel Jesús "El Cid", convidado de piedra en la Feria de Otoño de Madrid -todas las miradas estaban puestas en el doblete de Fandiño-, se erigió el pasado viernes 4 de octubre en el gran protagonista de este ciclo. No es para menos: el sevillano realizó una de las mejores faenas de su dilatada carrera. El toro de Victoriano del Río, uno de los mejores del año en Madrid, fue muy bravo y mereció una vuelta al ruedo que el presidente no quiso darle. Comunión perfecta entre un gran astado y un torero que resucitó en su plaza talismán cuando muchos le daban por acabado.
Una vez más, El Cid emborronó con la espada una faena que le hubiera echo acreedor de las dos orejas y una indiscutible puerta grande a la gloria. La oreja de Iván Fandiño quedó solapada por el faenón de Manuel Jesús. El de Orduña firmó una faena reunida, basada en el pitón derecho, pero un tanto rápida. La buena estocada ayudó a la concesión del trofeo.
Sebastián Ritter tomó la alternativa con un toro noble pero sin empuje, ante el que volvió a demostrar el valor que posee y su suficiencia en las cercanías. Habrá que esperar a otra ocasión.
Buena faena de Antonio Ferrera
El otro nombre propio del serial fue Antonio Ferrera, que el domingo cortó una oreja de un toro noble pero sin chispa de Adolfo Martín.
Tarde de mucha expectación, con el cartel de ‘No hay billetes’ por la nueva presencia de Fandiño y los toros de Adolfo Martín, que por desgracia sufrió un gran descalabro. Un lote al límite de presencia que pecó de falta de raza y mansedumbre.
Ferrera toreó muy despacio, algunos pases fueron carteles. Muy rica en contenido su faena.
Iván Fandiño no tuvo un lote propicio, pero además estuvo acomplejado y nunca acabó de apostar como es norma suya. Un frenazo en su temporada. Por último, Javier Castaño pasó de puntillas.