INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“A todos aquellos que estén interesados en conocer el grado crispación y el enfrentamiento personal que existe entre las distintas familias que pretenden controlar el socialismo villalbino, les aconsejo que en los fines de semana en los que el ‘lobo’ vierta alguna crítica hacia los paniaguados del josepablismo, se conecten a las redes sociales al uso (google+, facebook, twitter, etc.) si quieren ver de qué pie cojea esa tropa de descamisados que, a su pesar, llevan ya más de dos años haciendo una insulsa y cansina travesía del desierto a título de penitencia por sus desmanes. Huérfanos de un líder capaz de plantear un debate ideológico serio, la mayoría de estos presuntos aspirantes a la poltrona parece resignada a hacer la guerra por su cuenta para, al menos, intentar salvaguardar sus propios intereses. Así, en cuanto intuyen que alguien puede derribar los palos su ‘sombrajo’, no dudan en enchufarse al ordenador para, desde el anonimato, ¡faltaría más!, despotricar contra el cojo, el mudo, el manco o cualquiera que ponga en peligro sus ‘derechos’, entre ellos ese sueldo público que algunos aún siguen percibiendo gracias a la generosidad de unos contribuyentes a los que, además de no pedirles perdón, han dejado más desplumados que a un pavo en Nochebuena, porque el objetivo de estos personajillos es seguir chupando de la ‘teta’ pública a cualquier precio. Dicho esto, añade Lobo Cojo, que quede claro que dentro de la clase política (absurdo calificativo) hay de todo: buenos, malos, corruptos, honrados... Y es que, afortunadamente, no todos los políticos -incluidos, cómo no, los socialistas - son iguales”.