El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El lunes se inauguró una excepcional exposición que se adentra en los secretos del patrimonio artístico del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La muestra viene a conmemorar el 450 aniversario de la colocación de la primera piedra de esta obra cumbre del Renacimiento europeo. Sin embargo, es llamativo que la exposición tenga como escenario el Palacio Real de Madrid y no el propio Monasterio, máxime cuando hubiera sido una magnífica oportunidad para disfrutar de las obras de El Bosco, Tiziano, Sánchez Coello o Gerard David en su emplazamiento original. Cierto que la muestra nace de la colaboración de Patrimonio Nacional y de una entidad privada (la Fundación Banco Santander) y que la capital puede ser un escaparate más mediático, pero tampoco cabe pasar por alto que el Monasterio es uno de los monumentos españoles más valorados y visitados por turistas nacionales y extranjeros. Celebrar la exposición aquí, aunque hubiese supuesto más problemas desde el punto de vista logístico, hubiese contribuido a dar más brillantez a la misma, amén de conmemorar con mayor rigor un 450 aniversario que, al margen de algunas iniciativas del Ayuntamiento, está pasando bastante desapercibido.