El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Arranca ahora el nuevo curso político, el que marca el paso del ecuador camino hacia una nueva convocatoria electoral, y lo hace con la certeza de que la gran mayoría de los ayuntamientos ha hecho de la austeridad y el control del gasto el eje fundamental de su gestión. Se trata puramente de necesidad, pero también de la senda que va a marcar los próximos años, en donde la contención será la norma. También nos encontramos ante diversas incógnitas que deberán resolverse en los próximas meses, entre ellas la fecha definitiva para la apertura del hospital comarcal de Collado Villalba, toda vez que las limitaciones presupuestarias en la Comunidad de Madrid continúan siendo un importante obstáculo. Para ello, la solución más inmediata debería venir por el cambio en el modelo de financiación, con un reparto que sea más justo con los intereses madrileños, tal como reiteradamente viene reclamando el presidente regional, Ignacio González.
Comenzaremos a vislumbrar numerosos movimientos de corte preelectoral, en algunos casos con alcaldes que ya llevan varias legislaturas en el cargo y cuyo futuro aún es incierto. Nos encontraremos igualmente con el habitual cruce de acusaciones, cada vez con más carga de demagogia y populismo, especialmente por parte de aquellos que, de buenas a primeras, creen haber descubierto la rueda, vistiendo de buenismo un discurso vacío de contenido y sin propuestas para el ámbito local. En el horizonte aparecen también proyectos que han de dar un empujón a la actividad económica de nuestros municipios y, sobre todo, a la creación de empleo, que ha de ser la principal preocupación de nuestros gobernantes. Para ello, la colaboración público-privada se antoja imprescindible.
Finalmente, es necesario continuar trabajando en la definición de un nuevo modelo económico para la Sierra del Guadarrama, escapando del urbanismo como fin en sí mismo. El crecimiento sólo puede plantearse desde el punto de vista de la sostenibilidad, lo que de ninguna manera supone renunciar a proyectos que contribuyan al desarrollo económico, sino que estos deben plantearse desde un punto de vista realista y teniendo en cuenta la realidad de nuestra comarca. En este sentido, es necesario apostar también por la cultura, el deporte y el medio ambiente como sectores que generen inversión y empleo, y por supuesto por un turismo y un comercio de calidad, reforzando las iniciativas que muchos municipios, empresarios y emprendedores ya están poniendo en marcha. Sólo así lograremos que este inicio de curso sea también el camino hacia la esperada recuperación.