Opinión

Griñán, ERE’s, PSOE e IU

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
José A. Griñán no puede seguir escapando permanentemente de la realidad que le rodea. El todavía presidente de la Junta de Andalucía no puede enrocarse en su palacio y excusarse en los encubridores apoyos parlamentarios de los socios comunistas del señor Valderas. La decencia y el sentido de la responsabilidad exigen que el máximo responsable político de la Junta encare ya de una vez la ineludible realidad de los EREs falsos y asuma las consecuencias de lo que supone haber conocido y permitido una trama delictiva para favorecer y enriquecer a familiares, compañeros y amigos del PSOE a costa de los parados andaluces, o bien no haber sido capaz de detectar e impedir la comisión de graves delitos en su entorno más cercano.

No hay otra posibilidad. Por lo tanto, y mientras la Justicia va avanzando inexorablemente en el esclarecimiento de este monumental escándalo, el señor Griñán ha perdido definitivamente la autoridad moral necesaria para permanecer al frente de la Junta de Andalucía por más tiempo.

El PP ha pedido y exigido la inmediata dimisión del presidente socialista por su actuación en este régimen de corrupción institucionalizada, ideada y auspiciada por los gobiernos socialista de los que ha formado parte para beneficiar a los amigos del PSOE. La nueva remesa de encarcelados, detenidos e imputados por esta trama son razones adicionales a las ya mencionadas para que Griñán abandone el cargo que aún ocupa.

No vale ya con las excusas formales de una Comisión de Investigación lastrada por graves defectos de forma y fondo, ni con el silencio de la radiotelevisión pública de Andalucía, ni con la permanente obstrucción parlamentaria por parte del bipartito PSOE-IU. Andalucía no puede seguir soportando el modelo de corrupción generaliza que el socialismo ha instaurado durante tres décadas y que se ha gestado en la misma mesa del Consejo de Gobierno en la que se han sentado Griñán. Mercasevilla, EREs falsos, Invercaria y el Plan Bahía son las puntas de un iceberg de corrupción institucional diseñado para el saqueo de Andalucía en beneficio de intrusos, empresas, comisionistas e intermediarios afines al PSOE. Pero si lo de Griñán y lo socialistas es vergonzoso el papelón que están jugando sus socios de IU es, cuanto menos, patético. Si Griñán es el responsable directo del expolio de centenares de millones de euros, el vicepresidente Valderas es su cómplice directo por encubrir y guardar silencio a cambio de un despacho. Un sueldo y un coche oficial. Pero lo verdaderamente lamentable es que IU ha entrado en el pacto bipartito de Gobierno tirando a la basura el programa presuntamente ético y presuntamente regenerador de la decencia en Andalucía, con el que se presentaron a las alecciones hace un año. ¿Realmente merece la pena formar parte de la cochambre que ellos mismos prometieron erradicar de Andalucía a cambio de un plato de lentejas? Este hervidero de podredumbre institucional no es -no puede ser- fruto de la acción descontrolada de cuatro corruptos. Esto es mucho más que eso. Baste recordar que por el momento hay más de setenta imputados, entre ellos varios compañeros del Gobierno de Griñán, y que el futuro no deja de apuntar con sólidos indicios a la mesa del Consejo de Gobierno que aún sigue presidiendo Griñán.