El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
LIMÓN a la red de proxenetas desarticulada por la Policía en Madrid que explotaba a 25 mujeres chinas a las que habían contratado en su China natal para trabajar de peluqueras y esteticistas y a las que, tras quitarles el pasaporte, obligaban a prostituirse. Todas vivían en habitaciones de seis metros cuadrados, sin ventanas ni cerraduras, donde llegaban a hacinarse hasta 10 jóvenes a la espera de que fueran solicitadas para acudir a hoteles, karaokes o para recibir a hombres en los propios apartamentos donde estaban retenidas. La operación policial se ha saldado con 27 detenidos (26 chinos y un español).
La explotación sexual, según datos de la ONU y de la Unión Europea es la esclavitud más habitual de nuestro continente.