El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial acoge mañana, sábado, el estreno absoluto de NYStory, el nuevo espectáculo que combina la danza urbana de Dani Pannullo y el latin jazz de Pepe Rivero y Touch of Clazz. Este montaje inaugura el Festival de Verano, para después recalar en Madrid.
La atmósfera de un club cubano situado en el Nueva York de la década de los 40, en el que sus visitantes bailan, respiran y se relacionan a ritmo de latin jazz, sirve de punto de partida y contexto para el espectáculo NYStory, una coproducción del Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial con el Festival Clazz, con dirección artística y coreográfica de Dani Pannullo y dirección musical de Pepe Rivero.
Estructurado en 15 escenas hilvanadas bajo la narración de una historia de amor al estilo Romeo y Julieta en la que el público reconocerá fácilmente el papel de cada personaje, NYStory se presenta como un paseo en forma de concierto coreografiado. “Se me ocurrió ubicar la historia para este trabajo en un club cubano de la década de los 40 del siglo pasado y poder contar las cosas que siempre se han dado en ese tipo de salas de baile: esas pandillas de diferente procedencia, las relaciones que se establecen entre ellos y que toman forma a través de la danza y la música... Encontrar una historia clara conducida por la música de Pepe Rivero, que junto al vestuario de Moisés Nieto se torna fácilmente reconocible”, cuenta Dani Pannullo, director artístico y coreógrafo del espectáculo.
Una fiesta para los sentidos
Danza contemporánea, bailes latinos e incluso pinceladas de circo y esas danzas urbanas que llevan formando parte del lenguaje coreográfico de Pannullo desde sus inicios están presentes en NYStory. “Una gran mayoría de los primeros bailarines de break dance eran latinos y no era extraño que lo interpretaran a ritmo de latin jazz”, explica el coreógrafo.
Junto a los 10 bailarines, estarán en escena 10 músicos y tres cantantes dirigidos por el compositor y pianista Pepe Rivero, dibujando lo que pretende convertirse en una gran fiesta para los sentidos. “Cuando un espectáculo de danza tiene la suerte de llevar música en directo, normalmente la orquesta suele ubicarse en el foso. En este caso compartiremos escenario con los bailarines y eso será muy emocionante, tanto para nosotros los músicos como para el público. Una auténtica comunión artística”, apunta Rivero, autor de la partitura de este espectáculo, dibujada por composiciones originales suyas y versiones de clásicos de la música latina.