El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Un trabajador municipal acusaba hace varios meses, a través un escrito publicado en nuestro periódico (sección ‘Cartas al director’), a dos delegados liberados del sindicato UGT de haber respaldado y apoyado la mayoría de las injusticias laborales cometidas por el josepablismo durante casi tres décadas, periodo en el que, según el autor de la misiva, estos cometieron numerosas tropelías, entre ellas “acosar, amenazar y colaborar activamente en la ejecución de los despidos de algunos compañeros, muchos de ellos injustos, a la vez que hacían todo lo posible por colocar en el Ayuntamiento a sus familiares (hijos incluidos) o a gente de su propia cuerda porque se consideraban los amos del cortijo”. Pues bien, ese mismo trabajador, dice Lobo Cojo, se ha puesto de nuevo en contacto con nosotros, y lo ha hecho para denunciar que, cuando la crisis castiga sobremanera a muchas familias villalbinas y cuando las arcas municipales pasan por el peor momento de su historia, “además de aquellos dos ociosos privilegiados cuya mayor gesta fue chantajear a sus compañeros para que votaran un convenio ilegal que posteriormente rechazaron los tribunales laborales, en el actual staff sindical-municipal hay otros/as vividores/as que por su condición de liberados ¿a perpetuidad? llevan más de dos décadas sin aparecer siquiera por la Casa Consistorial (algo parecido a lo que hacia Viduido, el famoso asesor ‘verbal’ de JP); eso sí, cobrando todos los meses su nómina de 2.000 pavos”. Y la pregunta es: ¿Hasta cuando se va a permitir que estos ‘mamandurrias’ sigan viviendo a cuenta de nuestros impuestos? .Me lo digan”.