El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Días después de su aprobación definitiva en el Congreso, el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama sigue siendo visto con reservas por distintos partidos políticos y colectivos. En esta ocasión las críticas han llegado desde la Federación Madrileña de Montañismo, que demanda una mejora “radical y urgente” del proyecto por considerar que en la última versión de la ley “existen deficiencias inaceptables, como la ausencia del montañismo como actividad tradicional, o la carencia de medios en un Parque que está previsto reúna al mayor número de visitantes de toda España”. Asimismo, esta entidad insta a la inmediata realización de un adecuado Plan Rector de Uso y Gestión.
La Federación considera necesario contar con los montañeros, “principales usuarios y conservadores de este medio natural”, recordando que el montañismo se practica desde hace 150 años en la Sierra de Guadarrama. “En principio celebramos la declaración del Parque Nacional porque siempre es bienvenido un nuevo espacio natural protegido, pero desde su mismo nacimiento exige un profundo replanteamiento de sus límites, una garantía de su adecuada gestión y una asignación de los recursos necesarios para la protección de esta Sierra”, afirma Paco Cantó, desde la Vocalía de Medio Natural de la Federación.
En una línea similar a la mantenida por el PSOE, desde la Federación Madrileña de Montañismo consideran que si el Parque Nacional se mantiene como está actualmente “será más cercano a un parque temático”.
Igualmente, afirma que los límites establecidos “son inaceptables, dejando fuera zonas de gran interés para su conservación”. En este sentido, hace referencia a los estrechamientos en el Puerto de Navacerrada y la cumbre del Alto de las Guarramillas, “para permitir la unión ilegal de las estaciones de esquí sin ningún tipo de criterio de conservación de la naturaleza”, señaló Cantó, para quien “se ha cediendo ante los intereses de promotores inmobiliarios y empresas”.
Peticiones y carencias
Como último trámite sólo queda el paso por el Consejo de Ministros y la firma del Rey para su publicación en el BOE, y pese a que ya no se recogerán más modificaciones, desde esta Federación se exige “otro diseño: más amplio, dotado de recursos humanos, materiales y económicos, y que recoja las actividades y usos tradicionales sostenibles que suponen las actividades deportivas englobadas en el montañismo”.
Por otra parte, solicita a la Comunidad de Madrid y a la Junta de Castilla y León que incorpore la representación de las federaciones de montañismo de ambas regiones, con voz y voto, en la composición del futuro Patronato o Junta Rectora del Parque Nacional.
En cuanto a las carencias de este nuevo espacio protegido, los responsables de la FMM denuncian la falta de dotación presupuestaria, la permisividad del vuelo de aviones a 500 metros (la actual cota mínima de sobrevuelo en el Parque Natural de Peñalara y Parque Regional de Manzanares es de 2.000 metros) y el hecho de que se hayan dejado fuera “enclaves de alto valor”, como el Monumento Natural de Interés Nacional de la Peña del Arcipreste de Hita y La Peñota, protegido desde 1930, o la zona donde cría el lobo en el Valle del Lozoya.
Finalmente, afirma que “se cede ante el lobby maderero, que continuará haciéndose con los pinos de Valsaín a muy bajo precio”, concluyendo que han sido “15 años de tramitación para llegar a la peor ley de un espacio natural protegido”.