ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Concluyó el maratón madrileño. Casi un mes interrumpido de toros en Las Ventas, un largo serial, que arroja un balance positivo y con unos índices de asistencia de público favorables. Se han cortado un puñado de orejas, los aficionados han disfrutado de cosas interesantes y no ha sido el ciclo plúmbeo y aburrido de los últimos años, lo que sin duda supone una buena noticia.
Cierto que ha habido tardes de sopor, pero en un serial tan largo es algo que está dentro del guión. Este último tramo de la denominada Feria del Arte y la Cultura ha tenido un acusado descenso de aficionados, por lo que convendría incluir este abono en San Isidro o buscar otras fórmulas para celebrar esta feria con más ambiente y que no sea una carga para el abonado después del atracón isidril.
En las cuatro últimas corridas de toros, hay que destacar el nuevo éxito del mexicano Joselito Adame, una de las revelaciones de esta primavera, y la buena corrida de Alcurrucén, que tuvo varios toros de buena nota. También cortó una oreja Uceda Leal y el rejoneador Diego Ventura, que en el festejo de rejones se quedó a las puertas de sumar otra puerta grande en el coso venteño.
El festejo más triunfal fue el encierro corrido el viernes 7, con el hierro de Alcurrucén, donde Joselito Adame cortó un trofeo y a punto estuvo de llevarse otro, convirtiéndose en uno de los destacados de la feria. La oreja llegó frente a un toro con recorrido al que el diestro azteca entendió bien, cimentando una faena de gran calado. Mató bien y cortó un trofeo.
A punto estuvo de sumar otro del tercero, pero en esta ocasión la espada le impidió tocar pelo.
En el festejo del jueves 6, Uceda Leal cortó una oreja de un sobrero de gran clase y profundidad de González Sánchez Dalp. La faena fue de menos a más y el gran espadazo ayudó a la concesión de este trofeo para un torero clásico y bueno que vuelve a puntuar en Las Ventas.
La corrida jugada el sábado 8 de junio con el hierro de Baltasar Ibán no dio el juego deseado, pero aún así dos toros, tercero y quinto, merecen ser destacados. El primero fue un ejemplar bravo y alegre en varas que ofreció varias embestidas. David Mora no acabó de estar a gusto. El toro tenía sus teclas, pero su faena no cobró altura. Juan Bautista sorteó un astado bueno y a más en la muleta con el que no pasó de discreto. El resto del festejo no ofreció posibilidades.