ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Si se cumplen los plazos establecidos, el proyecto estrella del Plan de Dinamización Turística será una realidad en apenas dos meses y medio. Será entonces cuando se pueda descubrir la que a día de hoy se revela ya como una joya escondida en el parque del Gurugú, a menos de un kilómetro del centro urbano de Guadarrama.
La alcaldesa, Carmen María Pérez de Molino, acompañada por la concejala de Desarrollo local, Noelia Pozas, y el arquitecto responsable del proyecto, Santiago Escribano, realizaron el lunes una visita a las obras, que se han centrado en minimizar el impacto del nuevo edificio en el entorno natural. De hecho, los trabajos que se están realizando ponen el acento en la integración, tal como recogía el planteamiento que resultó ganador en el concurso de ideas convocado hace meses por el Consistorio. Algo que se ha conseguido gracias al empleo de materiales como la pizarra, el cristal, la madera o las cubiertas vegetales que determinan el carácter de los edificios.
Edificio semienterrado
Un esfuerzo de diseño arquitectónico que se ha materializado tras la ejecución técnica que no sólo ha permitido una nueva vida para las edificaciones existentes, que se han rehabilitado integrándolas en el conjunto, sino que ha conseguido un resultado armónico entre los dos edificios.
El primero de ellos, el que da la bienvenida al visitante, se ha realizado semienterrado aprovechando la inclinación del terreno y rodeado de los pinos de la zona que consiguen camuflarlo en el entorno, algo que se hará aún más evidente una vez terminen los trabajos y se proceda a la instalación de las cubiertas vegetales.
La vivienda rehabilitada cuenta con una nueva fachada de entrada, realizada en hierro y cristal, que le ha dado un renovado aspecto, unificándolo con el primer edificio.
Ambos además están conectados por una pasarela que, en algunos tramos, transcurre a siete metros de altura al lado de las copas de los árboles. Además se ha incluido una solución de accesibilidad para todo tipo de personas hasta esta zona alta, gracias a la utilización de un ascensor de cristal que desemboca en la pasarela. El diseño de la edificación genera espacios amplios y flexibles, de modo que se podrán adaptar a las diferentes propuestas de contenidos que se desarrollarán en el centro.
Para la alcaldesa, Carmen María Pérez del Molino, “las obras reflejan exactamente la idea que se quería poner en marcha desde el Ayuntamiento de Guadarrama, y que tenían como objetivo conseguir un Centro de Interpretación de la Naturaleza moderno, respetuoso e integrado en un entorno natural tan especial como el del Gurugú, en el además que se puedan realizar actividades diversas adecuadas a todos los miembros de la familia”. Será, señaló, “un punto de encuentro obligado para los visitantes de la localidad y todos los que deseen conocer mejor la oferta del Parque Nacional de las Cumbres de Guadarrama y sus alrededores”.
El proyecto tiene un presupuesto de 1.400.000 euros, cantidad financiada a través del Plan de Dinamización Turística. Ahora, explicó la regidora, ya están manteniendo “conversaciones con distintas empresas de cara a la licitación de la gestión del centro, para que empiece a funcionar lo antes posible”.
Integrado en la naturaleza
Si hay una clave en el proyecto del Gurugú, pasa inevitablemente por la integración en la naturaleza, de modo que el edificio principal aparece semienterrado, casi por sorpresa, tras una pequeña subida entre pinos de gran porte. El arquitecto, Santiago Escribano, explicaba que el frontal nos ofrece la imagen de “unos muros sinuosos que simulan las líneas de nivel del terreno, al cual se adapta”. Será el punto de partida de distintas actividades medioambientales: rutas peatonales, talleres, exposiciones y también juegos infantiles en el exterior, además de una pequeña cafetería con zona de terraza.
Al fondo se levanta uno de los hitos de este proyecto: un ascensor panorámico que permitirá “disfrutar de un paseo por los árboles”. Desde aquí, continúa el Escribano, se accede a “una pasarela diseñada de forma irregular, con postes metálicos que recuerdan a los postes de los árboles, de modo que se hace un recorrido por la parte elevada, integrándonos en el monte”. Un fantástico mirador cuyo segundo punto es precisamente la antigua casa del guarda del Gurugú, que se está rehabilitando de nuevo con la integración como premisa fundamental. Este espacio contará con distintas zonas comunes, área de administración, salas de exposiciones y un salón de actos.