Editorial

Depurar responsabilidades en Moralzarzal

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El caso del sobrecoste del servicio de limpieza en Moralzarzal desde 2005, que al final ha supuesto un agujero para las arcas municipales de más de 930.000 euros (150 millones de pesetas, que se dice pronto), suma ahora un nuevo capítulo. Ya no es sólo que nadie se diese cuenta durante años del “error aritmético” que provocó el reconocido desfase; es que quien se supone que entre sus competencias tiene la labor de controlar a la concesionaria, que no es otra que la concejala de Medio Ambiente, Esther Sanz, conduce sin ningún disimulo un vehículo ‘todoterreno’ de gama alta que lleva el logotipo del Ayuntamiento, pero que curiosamente es propiedad de la empresa Urbaser, que, como ya informamos en estas mismas páginas, se apresuró en su momento a decir que el citado sobrecoste, al menos en la mitad del periodo reclamado, ya había prescrito. La pregunta parece evidente: ¿La edil que conduce un coche que figura a nombre de la empresa es la misma que se encarga de vigilar el cumplimiento del contrato? ¿Por qué no ha sido hasta ocho años después cuando se ha detectado el mencionado “error aritmético”?
El hecho es que la edil debería haber sido cesada de su cargo de forma inmediata en cuanto se hizo pública esta situación, si bien el alcalde, José María Moreno, ha decidido que de destituciones, nada de nada. Sólo él sabrá por qué, de igual modo que sólo él conocerá las razones por las que su personalista Gobierno no ha procedido a resolver el contrato con la citada mercantil, que cobraba de más mientras aumentaba la tasa de basuras que pagaban de los vecinos de Moralzarzal. Es el momento, más aún tras conocer la verdadera propiedad del ‘4x4’, de depurar las responsabilidades políticas y llegar hasta el final en un caso en el que la ética sí parece haber sido limpiada de forma absoluta.