El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ahora sí: el Senado aprobó en la tarde del miércoles la declaración definitiva del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, votación que el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aprovechó para dar su particular bienvenida a esta propuesta, con una visita que tuvo como punto de partida el Valle de la Fuenfría, en Cercedilla, y en la que estuvo acompañado por el consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, y varios alcaldes y ediles de la comarca.
González destacó que este Parque Nacional es “el mayor hito medioambiental en la historia de la Comunidad de Madrid y, fundamentalmente, el cumplimiento de una reivindicación histórica de los madrileños”. Además, incidió en que el Parque, que se convierte en el mayor espacio protegido de la región (34.000 hectáreas -unas 20 Casas de Campo-), supondrá una importante oportunidad para el desarrollo económico y la generación de empleo en los municipios serranos.
En concreto, el presidente regional franqueó uno de los seis puntos de acceso al Parque que tiene previsto establecer el Gobierno en las principales y más emblemáticas zonas de la comarca. Además, recorrió parte del Valle de la Fuenfría hasta el monumento A los primeros caminantes de la Sierra de Guadarrama, ubicado en el conocido como Mirador de los Poetas.
González destacó que esta aprobación va a situar a Madrid de lleno en el mapa internacional del turismo verde, con su consiguiente impacto económico. Las previsiones apuntan a que será el Parque Nacional con más visitantes de toda la red (superando al del Teide, que hasta ocupaba esta primera posición), más de 2,7 millones de personas al año, que gastarán unos 50 millones de euros anuales en alojamiento y restauración, lo que se traducirá en un importante impulso al empleo en el sector de la hostelería.
Prevenir impactos
Ante el posible incremento de visitas, la Comunidad de Madrid ya ha comenzado la instalación de 11 puntos automáticos de conteo de visitantes en los principales puntos de afluencia para desarrollar así una gestión eficiente del espacio natural, de forma que a través del análisis de la información obtenida y su cotejo con otros parámetros sea posible implementar las actuaciones precisas para prevenir impactos en el ecosistema. Junto con el acceso de La Fuenfría visitado por el presidente regional, la Comunidad contará con otros cinco puntos principales, situados en La Pedriza, La Barranca, La Morcuera, Las Calderuelas y El Pingarrón.
“El objetivo es hacer compatible el disfrute del Parque con su máxima conservación. Los niveles de demanda actuales nos hablan de una situación sin precedentes históricos, donde los espacios naturales protegidos se han convertido en imprescindibles lugares de esparcimiento y disfrute de la población, y eso requiere un trabajo de gestión que ya veníamos realizando, pero que ahora adquiere todavía más importancia”, señaló González.
Motivo de orgullo
“Más allá del beneficio económico generado en torno al Parque, la presencia de un espacio de estas características representa un motivo de orgullo para todos los madrileños y, especialmente, para las poblaciones locales”, subrayó el presidente regional. Por su parte, el consejero de Medio Ambiente destacó la enorme riqueza cultural de la zona, ya que el ámbito de protección incluye algunos de los grandes hitos del patrimonio de la región, como el Castillo de Manzanares, la calzada romana de Cercedilla, el Monasterio del Paular o el tramo madrileño del Camino de Santiago.
Las críticas más importantes vinieron una vez más desde Ecologistas en Acción, colectivo que cuestiona la delimitación del Parque -principalmente por el “estrangulamiento” en la zona de Valdesquí y el Puerto de Navacerrada, los usos permitidos en las zonas periféricas -como las maniobras militares- y la ausencia de un plan de gestión, afirmando que el Parque Nacional nace en medio del “caos”.
El Parque en datos
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el decimoquinto de la red nacional, será el quinto de España en extensión y el segundo en representatividad de hábitats. Contará con cerca de 34.000 hectáreas, de las que 21.714 pertenecen a la vertiente madrileña y el resto a la segoviana. Además, se establece una zona periférica de protección de 62.950 hectáreas. Aporta a la red una muestra representativa de los sistemas naturales de la alta montaña mediterránea, como son los matorrales y pastizales alpinos, pinares silvestres, los sistemas naturales singulares de origen glaciar y periglaciar, los humedales y lagunas de alta montaña o los relieves y elementos geológicos singulares.
En él están presentes además 25 hábitats de interés comunitario (21 de ellos en la vertiente madrileña), lo que le convierte en el segundo Parque Nacional con mayor representatividad. Presenta 113 especies de flora singular, endémica o amenazada, y en su interior vive el 40 por ciento de las especies de fauna censadas en España.
Para el PSOE será un “parque temático”
Frente al entusiasmo mostrado desde el Ejecutivo regional, el senador y diputado regional socialista Enrique Cascallana señaló que el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama “es una oportunidad perdida, porque había un consenso histórico entre la comunidad científica, los grupos ecologistas y los mismos municipios”, y sin embargo, añadió, esta ley da lugar a un “parque temático y no a un auténtico Parque Nacional”.
En este sentido, el también secretario de Comunicación del Partido Socialista de Madrid (PSM) manifestó que se incumplen los tres objetivos principales que, a su juicio, debería tener esta figura: “Ni frena ni revisa el boom inmobiliario, que es un fracaso en toda regla; ni garantiza la protección de las zonas con mayor valor natural y los ecosistemas del parque; ni por supuesto plantea un desarrollo sostenible, un nuevo desarrollo basado en la en I+D+i, el sector primario, un transporte público que temple el tráfico para no convertir la Sierra en una autovía”, indicó.
Atendiendo a esto Cascallana calificó la visita del presidente regional, Ignacio González, como “una operación de marketing “. El senador socialista aseguró que esta Ley debería haber revisado el desarrollo urbanístico de los 38 municipios afectados. “Y no sólo no se revisan las más de 30.000 viviendas que están calificadas, sino que se incluyen cuatro campos de golf y el Gobierno regional promueve una Ley de viviendas rurales sostenibles que no significa sino incrementar los núcleos aislados de viviendas y chalés”, afirmó.
Finalmente, lamentó que “no se contempla una memoria económica de inversiones y dotaciones para mantener la calidad de vida de los vecinos del entorno y garantizar un desarrollo sostenible de los municipios afectados por el Parque”.
Por su parte, Javier de los Nietos (PSOE), alcalde de El Boalo, subrayaba que si bien la figura del Parque Nacional puede ser positiva para la región, ésta se convierte en “papel mojado” si no hay una Ley de acompañamiento que recoja los recursos que favorezcan el sostenimiento económico de los municipios de la zona. “Sin esos presupuestos no hay garantía de que vaya a mejorar el turismo ni el desarrollo local, porque no están aportando ninguna inversión extraordinaria en nuestra zona”, manifestó.