El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El balance o balances de una gestión política suelen saldarse con calificativos generalmente muy contundentes, pues en este tipo de análisis resulta muy complicado utilizar las medias tintas. Hoy, llegados al ecuador de la legislatura (2011-2015), parece el mejor momento para repasar la gestión realizada durante estos 24 meses por el Ejecutivo popular que preside José María Moreno Martín, donde roza el suspenso a tenor de las opiniones vertidas por muchos de los vecinos de esta localidad que le acusan de protagonizar una gestión donde las sombras se anteponen a las luces; es decir, todo lo contrario de lo que había ocurrido en periodos precedentes, cuando el ladrillo metía todos los meses en las arcas municipales miles y miles de euros vía licencias de obras, tasas e impuestos. Pero tras la ‘muerte la gallina de los huevos de oro’ a consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, las alegrías en el gasto y en el despilfarro finalizaron y parece que desde entonces se les han nublado las ideas a los dirigentes locales.
Tanto es así que más de un integrante del Equipo de Gobierno ha llegado a reconocer las dificultades que van a tener a partir de ahora para sacar adelante a un municipio que está inmerso en una grave crisis económica y social. “La sala de espera de la Alcaldía -comentaba un edil-, durante años atestada de constructores, ahora está totalmente vacía. Y si no se construye, ¿de dónde vamos a sacar el dinero para pagar la nómina, la luz, la recogida de basuras, el arreglo de las calles, etc.?”. Ahora se explica, si es que tiene explicación alguna, la obsesión mostrada en los últimos meses por el regidor local en abordar los viejos e inviables proyectos urbanísticos de ‘Las Hachazuelas’ y ‘Los Praderones’, donde el Ejecutivo continúa gastando el poco dinero que tienen la tesorería local.
Es obvio que el Equipo de Gobierno que desde hace casi dos décadas preside Moreno Martín se está viendo desbordado por las peculiares connotaciones de una crisis a la que, al menos por el momento, el regidor se ve incapaz de combatir al no disponer de los medios y las ideas necesarias para ello. Una prueba importante está en el hecho de no haber recortado el presupuesto municipal, sino que de cara a este año lo ha incrementado hasta los 15.215.061,23 euros, de los cuales 4.037.472,63 euros han sido destinados al pago de nóminas (funcionarios, personal municipal y una decena de cargos de confianza), todo un lujo para un municipio de poco más de 11.000 habitantes, cuya deuda a día de hoy, intereses aparte, oscila entre los 4 millones de euros (según el gobierno) y los 7 que baraja la oposición.
Programa incumplido
El Partido Popular se presentó a las elecciones municipales de 2011 con todo un rosario de proyectos que, transcurridos dos años, no ha conseguido hacer realidad. El llamado proyecto estrella para esta legislatura era el nuevo colegio público. Pues bien, a día de hoy no sólo no se han iniciado las gestiones para la obligada cesión de suelo a la Comunidad, sino que, además, se han recortado varios servicios educativos en los dos centros locales, entre ellos el de las auxiliares de Infantil. También se ha privatizado la gestión de uno de los edificios de la Casa de Niños y no se ha dado ni un solo paso para proveer la guardería, el polideportivo, ni en el Centro Cultural, tal como recogía el programa. La guinda a los incumplimientos en el área de Educación la pone el prometido préstamo de portátiles en la biblioteca y la creación de un centro propio para la Escuela de Música.
El PP local, para acabar con el drama del desempleo que viene acrecentándose en este municipio, prometió “la creación de escuelas taller, la ayuda para la promoción de las empresas locales y la formación para el empleo”. “Lo único que ha conseguido -según IU-, es cerrar la Oficina de Desarrollo Local de la plaza de la Constitución”.
En Medio Ambiente, al margen del deterioro de varias zonas protegidas, destinadas mayoritariamente a proyectos urbanísticos de cuestionable interés general, nada se ha vuelto a saber sobre las presuntas intenciones del Ejecutivo respecto al desarrollo de energías renovables. Otro asunto que parece paralizado es el proyecto de ampliación del Centro de Protección Ciudadana que, entre otros servicios, estaría dotado de una oficina para la Guardia Civil.
En este capítulo la oferta pasa por la construcción de 350 viviendas de alquiler con derecho a compra para jóvenes, en ‘Los Praderones’, un proyecto que ha sido rechazado por la Comunidad de Madrid en repetidas ocasiones, dada su ubicación en los límites del Parque Nacional, su distancia del casco urbano -las viviendas estarían más cerca de Mataelpino que de Moralzarzal- y por el coste que supondría la dotación de las infraestructuras necesarias para hacer habitable esta zona.
Bajo el epígrafe ‘Fomento, riqueza y empleo’, el actual Ejecutivo prometió desarrollar proyectos que generasen riqueza al municipio y fomentaran el empleo, destacando en este aspecto la implantación de un campo de golf rústico en la Dehesa Vieja y el cuidado del entorno natural, lo que a juicio de distintos colectivos y partidos de la oposición es todo un contrasentido.
En Seguridad Ciudadana, uno de los temas más sensibles de este municipio, todo ha quedado como estaba. Es decir, con una treintena de agentes y tres coches de las BESCAM para el servicio diario -el cuarto es propiedad del Ayuntamiento y no tiene presupuesto-, lo que ha provocado un fuerte malestar en el seno de la Policía Local, de ahí las numerosas octavillas aparecidas hace unas semanas en la mayoría de los vehículos estacionados en Moralzarzal, tras la celebración de la fiesta de la matanza, donde se daba a entender que “los cerdos y los chorizos del alcalde eran mucho más importes que la seguridad de los ciudadanos”. ¿Será verdad?.