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Primer viaje con empate, buen juego y sufrimiento

HISTÓRICO ESTRENO DEL FÚTBOL VILLALBINO EN UN PLAY-OFF A SEGUNDA B

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El primer viaje de play-off de la historia del CUC Villalba se saldó con un empate sin goles abierto a muchas interpretaciones. Por un lado, el equipo serrano dio la cara, se movió con personalidad y acaparó las primeras ocasiones del partido, con un juego fluido y un Campillo muy activo. Por otro, el Mairena lamentó tres balones en los palos y media hora de claro dominio en la segunda parte en la que cada jugada a balón parado fue una tortura para zaga villalbina. Fue un partido de alternativas que dejó ver el esperado choque de estilos, aseado y de toque el villalbino, directo y veloz el alcoreño. Un hombre, Melchor, interior derecho local, fue el mayor quebradero de cabeza para la zaga villalbina, Suyos fueron los tres remates al palo, dos en el primer tiempo cuando más fuerte parecía el Villalba, y otro en el arranque del segundo tiempo, cuando el Mairena decidió meter una marcha más en su fútbol y en su agresividad. Los locales, en ocasiones al límite del reglamento, pagaron su fogosidad con la postrera expulsión por doble amarilla de su líder en defensa, el capitán Víctor Gago, sensible baja para la vuelta. Los cambios para refrescar el equipo de Mario Rivera surtieron efecto en el tramo final, en el que el Villalba se sacudió el empuje local y terminó buscando la portería local, aunque sin crear ocasiones nítidas del gol. Los dos equipos acabaron dando por bueno un empate que deja abierta la eliminatoria y la sensación de que el Villalba encontrará más facilidades para atacar en una Ciudad Deportiva de dimensiones más amplias que el Nuevo San Bartolomé.

El autobús del equipo salió el sábado a las 10 de la mañana y llegó al filo de las 5 de la tarde al Hotel Alcora de San Juan de Aznalfarache. Tras un paseo por las inmediaciones de la Catedral de Sevilla y los Reales Alcázares, la plantilla vio en su hotel la final de la Champions, utilizando el descanso para cenar. Tras el encuentro, la expedición partió de inmediato y llegó a Collado Villalba sobre las 10 de la noche, con una parada en tierras extremeñas.