El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Efectivos del grupo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM) y de la organización no gubernamental Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) participaron durante 24 horas, desde el mediodía del miércoles, en un simulacro de terremoto de gran intensidad. Este ejercicio forma parte de las prácticas habituales que el ERICAM realiza cada año como organismo reconocido por la ONU para intervenir internacionalmente en la búsqueda y rescate de personas tras una gran catástrofe.
Similitud orográfica
El simulacro, en el que participaron unos 50 profesionales, ha planteado una intervención tras un terremoto ocurrido en Armenia, de 7,8 grados en la escala de Richter, y que ha afectado a las ciudades de Dilizhan y Margovit. La práctica se ha escenificado en las localidades madrileñas de Los Molinos y Navacerrada por su similitud orográfica con la zona geográfica en la que teóricamente se desarrolla el ejercicio.
Todos los profesionales participantes fueron activados oficialmente a través del Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y convocados en el parque central de Las Rozas. Aunque se trata de un ejercicio simulado, explican sus organizadores, los pasos que se siguen son idénticos al desarrollo que se seguiría si el terremoto hubiera ocurrido realmente.
En Los Molinos se instaló el campamento base, desde donde se dirigieron todas las operaciones de reconocimiento del terreno, evaluación de los daños en los dos edificios asignados al equipo de rescate del ERICAM y búsqueda y rescate de víctimas en dichas instalaciones. El antiguo hospital de la Marina, en Los Molinos, y el de la Barranca, en Navacerrada, ambos actualmente sin actividad, han simulado sendos edificios dañados por el seísmo. También han colaborado unidades caninas de bomberos de Madrid y Huesca.
Intervención ante catástrofes
El ERICAM es el grupo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la
Comunidad de Madrid. Se fundó en el año 2006 con el objetivo de organizar, en menos de tres horas, equipos de profesionales que puedan dar una respuesta inmediata a cualquier tipo de catástrofe, en cualquier parte del mundo, como ya ocurrió en los terremotos de Haití y Chile en 2010 y en el sufrido en Lorca (Murcia) hace dos años.