José Luis Fernández Quejo es el más veterano de los alcaldes de nuestra comarca, además de diputado regional por el Partido Popular y vocal en el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional. En el ecuador de la legislatura, repasamos algunas de las claves de la actualidad política en San Lorenzo de El Escorial.
Empecemos por las cuestiones económicas. ¿Cuál es la actual situación del Ayuntamiento?
La realidad es que va sujetándose bien. El ejercicio 2012 ha dado un superávit de 1 millón de euros, descontando el plan de proveedores. El resultado es bueno, con un remanente positivo de tesorería, que es lo principal, de 700.000 euros. Eso nos permite tener una situación financiera aceptable, lo que no significa que no tengamos tensiones puntuales. El endeudamiento real del Ayuntamiento está en torno al 35 por ciento, y es verdad que si miras a otros consistorios de la zona te encuentras con cifras del 90, el 100 o incluso el 110 por ciento. Ahora hay que intentar no incrementar los impuestos por encima del IPC.
¿Se puede descartar entonces una subida de tasas como la que se produjo hace unos meses en las actividades culturales y deportivas?
En las tasas es verdad que hicimos una subida del 15 por ciento para cuadrar los costes, y aún así se sigue generando déficit, pero no se prevé un nuevo incremento. Si lo hay, será el IPC. Lo normal es quien utilice un determinado servicio o haga una actividad, lo pague, pero tampoco podemos agobiar más a los vecinos, porque la situación de muchas familias es complicada. Lo que tenemos que hacer es reducir el gasto lo máximo posible y adelgazar el peso de la administración; en esas estamos.
¿Puede decir que el Ayuntamiento está mejor a día de hoy que al arrancar esta legislatura?
Sí, porque hemos tomado medidas de reducción de gasto en cada presupuesto. En estos momentos tenemos un problema que hay que solucionar, derivado de dos sentencias: una de un tema de 1986, de cerca de 600.000 euros, y otra de más de un millón de euros. Las tendremos que afrontar seguramente a través de un crédito a 15 años. La primera es porque se cambió la calificación de un terreno, pasándolo a zona verde sin que hubiera expropiación. Y la segunda es de hace más de 20 años, antes de que yo llegara, y tiene que ver con la planificación de Felipe II y La Pizarra. Es algo que tenemos que asumir, pero en ningún caso va a suponer un aumento de impuestos.
Más allá de la situación de las arcas municipales, ¿por dónde pasa la reactivación económica en San Lorenzo de El Escorial?
El principal problema quizá viene del SAU-2, que es una importante fuente de creación de empleo y que está totalmente aprobado, pero nos encontramos con que antes existía financiación por parte de los bancos y ahora no. Si conseguimos ponerlo en marcha, que es algo que no depende de nosotros, estamos hablando de 400 hectáreas de suelo industrial, comercial y de servicios. Hay empresas que estaban y siguen estando interesadas en instalarse, pero el problema es que hay que conseguir el dinero para el proyecto de urbanización.
Sin abandonar las cuestiones económicas, ¿cómo afectarán al Ayuntamiento los cambios en la financiación de las BESCAM?
Nos va a afectar de forma importante, porque la Comunidad de Madrid pretende aplicar la ratio que había en la firma del convenio, que era de 29 policías para 16.000 habitantes. En teoría deberíamos tener un agente por cada 1.000 vecinos, pero con esa cifra es imposible atender el servicio en San Lorenzo, porque aquí se celebran numerosos eventos, con un flujo turístico muy importante. Eso ya lo he trasladado a la Comunidad, que está buscando alguna solución. Ahora mismo hay 49 policías, pero con eso lo que tenemos normalmente son dos patrullas en la calle, a veces tres, y un agente en la centralita. Tendrán que buscar una manera de echarnos una mano. Es verdad que el Ejecutivo regional ha facilitado poder pedir un 25 por ciento más de gasto corriente en el PRISMA para hacer frente a esto, y nosotros lo vamos a hacer. Luego veremos cómo afrontamos las inversiones que teníamos previstas con esos 300.000 euros anuales que se van a dejar de percibir.
¿Compromete esto los proyectos que en principio se iban a realizar a través del Plan Regional de Inversiones?
Con el PRISMA vamos a realizar el asfaltado, mejoras en los colegios y el cubrimiento de las pistas de tenis y pádel. Por otra parte, estamos estudiando la manera de arreglar el adoquín, que con el paso del tiempo va teniendo blandones y hundimiento. Hay que afrontar una renovación integral, que tendremos que realizar el año que viene. Todavía no sabemos cómo, pero yo estoy inclinado a generar empleo y actividad entre las empresas locales, sacando pequeños proyectos, como ya hicimos con el Plan E.
En cuanto a la vivienda de protección, ¿en qué punto se encuentran las operaciones de las Carmelitas y la calle Residencia?
El proyecto de las Carmelitas está acabado, mientras que en el de la calle Residencia hemos hecho un requerimiento a la Comunidad de Madrid para completar la documentación. Vamos a ir a vivienda de protección oficial (VPO), la más asequible, para intentar vender favorablemente. Carmelitas iba a ser VPL y se va a reconvertir para que sea una oferta atractiva: pisos nuevos, de unos 70 metros, por unos 120.000 euros. Creo que el año que viene lo podremos sacar, pero primero vamos a hacer un testeo para ver si hay gente interesada. Lo importante también es que tenemos una Empresa Municipal de la Vivienda totalmente saneada, sin ningún endeudamiento.
Entre las consecuencias de la crisis está el esqueleto del que iba a ser el nuevo edificio de los Juzgados, en la calle Pozas. ¿Se está trabajando para reanudar las obras?
He hablado con el consejero de Presidencia, Justicia e Interior y me ha dicho que iba a venir, porque ni lo conoce. A ver si conseguimos que en los presupuestos de 2014 de la Comunidad de Madrid haya dinero para continuar y terminar la obra. Además, es posible que se pueda trasladar allí algún otro servicio que sea compatible con los Juzgados, para que los gastos sean asumibles por todos.
Lo que parece evidente es que la época de las grandes infraestructuras ha quedado atrás...
Está claro. Las crisis tienen su parte mala, que es mucha, pero también tienen algo bueno, y es que nos conciencian de que a lo mejor hay que hacer las cosas de otra manera. Por ejemplo, hemos reducido un 35 por ciento el presupuesto de festejos. Lo que no podemos, como han pedido algunos, es quitar los fuegos artificiales, porque traen 15.000 personas el 15 de agosto y al final eso supone unos ingresos importantes para el comercio y la hostelería. Hay cosas que se tienen que valorar en muchos aspectos, no sólo desde el punto de vista del gasto, porque si no al final eliminaríamos todo.
De vuelta al Ayuntamiento, ¿diría que esta legislatura se ha encontrado con la oposición más dura en su etapa como alcalde?
No es que sea una oposición dura, sino centrada en los ataques personales. Con Izquierda Unida, por ejemplo, mantengo una relación buena, mientras que con PSOE y AME digamos que simplemente correcta. Ahora han lanzado un panfleto en el que dicen que el concejal de Protocolo y yo nos hemos gastado 313 euros en dos frac. Es que los alquilamos dos días para ir a Roma a la canonización de Madre Carmen Sallés. Si eso es todo lo que tienen que decir del presupuesto… A mí, como alcalde, me invita la Congregación de las Concepcionistas, y voy representando a San Lorenzo de El Escorial. Y además, sin ningún lujo: en un vuelo de Ryanair y durmiendo en un hotel de 3 estrellas en Roma, que tienen muy poco que ver con las 3 estrellas de aquí; ni siquiera en una habitación individual, sino compartida con el concejal. Con planteamientos como esos es muy difícil tener una buena relación. A mí no me va a juzgar el pueblo por lo que diga la oposición, sino por lo que se haga y cómo se haga.
En el programa electoral del PP aparecía el proyecto de construir un Centro de Salud en la zona del Zaburdón. ¿Se sigue contemplando esa actuación?
Ese tema está parado sine die. La Comunidad de Madrid hizo un estudio y vio que se podía ofrecer una atención más cercana a una parte de la población, pero también que se duplicaban servicios y gastos. Y hubo un momento en que, por más que insistimos, dijo ‘no’. A partir de ahí poco podemos hacer, más aún cuando se ha hecho una inversión fuerte en el hospital, con mejoras muy importantes. Ahora sólo estoy centrado en que, el día que abran el de Collado Villalba, el nuestro se quedé como está, manteniendo su cartera de servicios, además de que se descongestionará, porque atenderá a menos población.
Esta es su quinta legislatura como alcalde. ¿Tiene pensado repetir como candidato en 2015?
Es verdad que entonces serían 20 años como alcalde y que a lo mejor hay gente que está harta de aguantarme, pero yo estoy tremendamente satisfecho de ser alcalde de San Lorenzo de El Escorial y encantado con su gente, porque una y otra vez me han ido reafirmando en la Alcaldía. En todo caso, es un tema que siempre hablo con mi mujer seis meses antes. Es una cuestión de ánimo: si tengo ilusión, me quedan cosas por hacer y mi partido lo apoya, lo estudiaré.
Y aunque sea pronto para hablar en firme sobre esta decisión, ¿nota un cierto cansancio o todavía no? ¿Pueden influir las críticas de la oposición?
No, en ningún caso, porque hay muchas cosas que hacer. Además, es que sinceramente estoy encantado con la oposición que tengo: que no me la cambien. Los ciudadanos de San Lorenzo saben lo que tengo en frente.