El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras la recuperación turística del Valle de los Caídos, el Gobierno central continúa dando pasos en este mismo sentido. El último tiene que ver con la mejora del grupo escultórico de la Piedad, tema que estuvo rodeado de polémica durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero; de hecho, los trabajos llegaron a empezar, pero se paralizaron poco después ante las diferencias existentes acerca del tipo de reparación. Ahora, el BOE acaba de publicaba la licitación de estos trabajos, con un presupuesto máximo de 286.000 euros. Las obras emplearán a seis operarios y se prolongarán durante cuatro meses.
El alcalde de San Lorenzo de El Escorial, José Luis Fernández Quejo, que además es vocal en el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, mostró su satisfacción por esta noticia, indicando además que, tras la mejora de la Piedad de Juan de Ávalos, el siguiente objetivo debe ser el grupo de los Evangelistas. En este caso, indicó el regidor, “el coste será muy superior”. También se pronunció sobre la reciente subida en la entrada al Valle de los Caídos (de 5 a 9 euros), explicando que el incremento se ha hecho “en consonancia con las tarifas del resto de monumentos de Patrimonio Nacional”. “Lo importante es que ese dinero que se recauda se pueda invertir en mejorar el Valle y que se generen ingresos suficientes para que el funicular funcione y se arreglen los Evangelistas”.
Sobre este tema también se ha pronunciado el grupo de la oposición Alternativa Municipal Española, señalando que “la apertura del Valle de los Caídos, la restauración de algunos de sus elementos dañados más emblemáticos y la normalización de las visitas es una buena noticia que supondrá un claro beneficio para las economías comerciales y hosteleras de San Lorenzo de El Escorial y de toda la zona”.
Inyectar hormigón
Técnicamente, los trabajos de mejora se realizarán ‘in situ’, tal como pedía la familia de Juan de Ávalos, sin necesidad de desmontar La Piedad. De este modo, se hará un túnel desde la base de la cruz para entrar en la escultura e inyectar hormigón. El objetivo de los trabajos, según figura en la memoria del proyecto, es “combatir las humedades de filtración y ambientales, eliminando salitre acumulado en la piedra caliza, así como fijar, limpiar y consolidar las partes deterioradas”. “No se trata de rejuvenecer la Piedad sino de asegurar su vejez”, concluye este documento.