Editorial

Huelga en la sanidad

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La sanidad pública madrileña vivió ayer la primera de las dos jornadas de huelga convocadas por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, que demandan mejoras sustanciales en este servicio y una gestión totalmente pública de los hospitales, evitando cualquier paso hacia la privatización. Al margen de la habitual guerra de cifras, lo cierto es que este paro ha venido precedido de un fuerte cruce de acusaciones entre el Ejecutivo madrileño y los convocantes, a cuyas demandas se han sumado PSOE e Izquierda Unida, de modo que el consejero de Sanidad, Manuel Lamala, ha acabado por hablar de una huelga “politizada” y poco menos que fomentada por el líder de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, precisamente ahora que estamos a seis meses de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2007. Resulta difícil encontrarse con algo que no esté mediatizado por las posturas políticas de unos y otros, y por eso la huelga no ha demonizarse por el hecho de que cuente con el apoyo expreso de los grupos de la oposición. Otra cosa es que se obvie que durante esta legislatura se han dado pasos importantes para la mejora de la sanidad madrileña, con el plan para construir ocho nuevos hospitales y la puesta en marcha de numerosos centros de salud. Las urgencias todavía se colapsan con más frecuencia de la deseable, las carencias en Atención Primaria son importantes, faltan especialistas y las listas de espera contradicen en muchos casos la promesa de Esperanza Aguirre de no superar los 30 días. Pero también ha habido mejoras y las actuaciones comprometidas (muchas de ellas bastante avanzadas) han de servir para avanzar en un servicio indispensable para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.