ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Sin ser explosiva, y tampoco artísticamente notable, de la primera semana de San Isidro cabe decir que en el ruedo de Las Ventas se han podido disfrutar cosas interesantes y que han dejado buen sabor de boca a los aficionados: una gran actuación de Miguel Ángel Perera, que acarició la puerta grande; el rejoneador Diego Ventura, que cortó tres orejas y sí cruzó ese umbral; un encierro notable de José Escolar donde Alberto Aguilar estuvo a muy buen nivel, aunque no se valoró justamente; y el confirmante López Simón, que se quedó muy cerca de puntuar. También se han visto detalles sueltos de El Cid -mejor que en anteriores actuaciones-, Antonio Nazaré o Ángel Teruel.
Abrir el marcador
Hubo que esperar hasta el 15 de mayo, festividad de San Isidro, para que se abrirse el marcador y se pasease la primera oreja en cuanto a matadores de toros se refiere. Lo hizo el extremeño Miguel Ángel Perera, que cuajó una buena faena a un encastado toro de Alcurrucén que sacó movilidad. La suya fue una labor importante, de gran poderío, toreando y sometiendo muy por bajo a su oponente, al que entendió muy bien. La estocada cayó trasera, al animal lo levantó el puntillero y quizá ese fuera el motivo por el que no se le otorgó la segunda oreja. También volvió a estar muy firme y metiendo en el canasto a un toro menos colaborador y ante el que había que exponerse. El diestro extremeño lo logró y tras una estocada desprendida hubo petición. La imagen ofrecida por Perera fue brillante.
Ángel Teruel confirmó doctorado con un toro bueno y de mucha calidad con el que logró pasajes lucidos, arrancando rodilla en tierra. Sin embargo, no logró caldear los tendidos en tarde fría.
Bien López Simón
También estuvo cerca de tocar pelo López Simón el martes 14. Tras sufrir una voltereta, toreó muy bien de rodillas ante un ejemplar del Puerto de San Lorenzo que se paró antes de la cuenta. Bien el madrileño, buena disposición y consiguiendo captar la atención del tendido. Cambió un trofeo por una ovación tras atascarse con la espada. Con el manso sexto y en medio de una lluvia incesante, volvió a dar la cara y a mostrarse como un torero al que hay que echarle cuentas. El encierro charro, parejo de hechuras y con varios toros al límite, resultó muy desigual en todo y varios astados mansearon.
El Cid anduvo más entonado que en sus últimas comparecencias en Madrid, sobre todo cuando consiguió meter en la faena a un toro con movilidad y ante el que firmó varias series destacadas. La espada le privó de cortar una oreja.
Sin recompensa
Una corrida nada fácil pero que mantuvo el interés del aficionado fue la lidiada el domingo 12 con el hierro de José Escolar. Hasta tres toros que tuvieron casta y todo lo que se les hiciera tenía mucha importancia. Alberto Aguilar lo hizo, pero no tuvo recompensa el gran esfuerzo y lo bien que entendió a un toro con mucha fijeza y que no regalaba las embestidas. Con capacidad y buscando muy bien las vueltas al de Escolar, toreó con suavidad y firmeza, siempre con las zapatillas clavadas en la arena. Tras una estocada se antoja muy rácana la ovación que recogió desde los medios.
Rafaelillo sorteó un toro muy serio por dentro y por fuera que hizo una buena pelea en varas. Un torrente de embestidas que Rafaelillo sólo fue capaz de entenderse a ráfagas. También Fernando Robleño brilló en momentos ante otro toro que tuvo virtudes.
En el capítulo de aspectos negativos cabe señalar los encierros de José Luis Pereda y Los Bayones, que pecaron de sosería y no sirvieron para el triunfo en los dos primeros días.
Nuevo triunfo de Diego Ventura
Finalmente, el rejoneador Diego Ventura alcanzó un nuevo triunfo. Fue el sábado 11 frente a un buen lote de Carmen Lorenzo. Se llevó tres orejas exhibiendo una buena monta y una cuadra de mucha calidad. También cortó un trofeo el confirmante Mariano Rojo, mientras que se marchó de vacío Leonardo Hernández, con una cuadra muy mermada, ya que todavía no ha podido trasladar sus equinos desde México, después de que este invierno haya realizado un periplo de actuaciones por plazas americanas.