FÚTBOL – Tercera División Grupo VII – 34ª jornada
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
El CUC Villalba retomó el mando de la Tercera División tras golear al Griñón y combinar el 5-1 con la inopinada derrota del Puerta Bonita ante el Aranjuez (0-1). Muy pocos esperaban esto último, y no tantos una victoria propia tan holgada. Sobre todo por los condicionantes de una jornada clave, ya cerca del final, con los rivales afilados y algunas dudas metidas en casa.
Ante el Griñón, el equipo notó la tensión de salida. Obligado a responder a la presión de sus perseguidores y contestar las dos derrotas seguidas secas de goles, el Villalba ofreció los síntomas típicos de un equipo entre agarrotado y calculador de esfuerzos. La plantilla lleva tiempo entrenando tres días por semana, uno menos de lo habitual en Tercera, para adaptar el trabajo a los retrasos en los pagos a jugadores. Y sólo dispone de 18 efectivos, un número que le pone en serio riesgo competitivo a nada que vengan mal dadas con lesiones y sanciones. La suma de los dos factores explica el mérito del grupo humano, plagado de profesionales sin nómina y de gente joven implicada en un sueño, a bordo del mismo barco. También del entramado técnico creado por David Gordo, gestor de una situación difícil y creador de un modelo de juego triunfador, que ahora tratan de prolongar sus ayudantes, Nacho y Julio, y Mario Rivera. El nuevo técnico, algo intervencionista en Alcorcón, entró en la dinámica ante el Griñón: fijó a Losa como delantero de referencia y retrasó a Campillo a la línea de tres cuartos. Todo lo demás, incluida la lógica inclusión de Guille Fernández por el sancionado Matas, como pareja de Olmedo, fue reconocible.
Sin embargo, donde se esperaba una salida en tromba en busca de un gol tempranero que soltara lastre, apareció un Villalba con una marcha por debajo, calculador de esfuerzos, quizá por los condicionantes mencionados, y con un punto de tensión que impidió toda fluidez en el juego hasta bien avanzado el partido. A ello contribuyó un Griñón valiente, que fijo a Chuchi y Jorge como puntas natos para incomodar la salida de balón, y que encontró cierto desparpajo en ataque gracias al trabajo de Álex en la banda izquierda. No creó ocasiones claras, pero sí sembró desasosiego en la grada durante 20 largos minutos. Transcurrido ese tiempo, Álvaro y Manu intercambiaron bandas, y por la derecha empezaron a aparecer cada vez con más nitidez las subidas de Bielza. Segovia, lateral zurdo visitante, empezó a sufrir en los dos para uno y el carrilero villalbino inició su particular exhibición: primero no encontró a Losa por centímetros en un centro medido al área chica; después, trazó la pared perfecta con Campillo, que devolvió de espuela, para plantarse solo ante Mariano y marcar con un certero tiro raso bajo las piernas del portero. Fue justo cuando la gente temía la reaparición del fantasma del Parla, tras ver cómo Campillo marraba dos goles en posición franca.
Con el 1-0 al descanso, el Griñón salió a jugar todas sus bazas en la segunda parte. Chuchi tuvo el empate en una volea que lamió el palo izquierdo de Gaizka, pero eso fue todo. El Villalba cerró el partido con un córner ensayado que Campillo puso al primer palo para ser peinado al segundo, donde Losa apareció sin oposición. El 2-0 soltó todas las amarras. Al Griñón se le hizo muy grande el campo y el Villalba encontró praderas para jugar. Olmedo subió el tercero cabeceando un servicio preciso de Campillo y, poco después, el Griñón perdió a Tejero por doble amarilla. Lo que vino después fue un vendaval en el que Álvaro anotó un golazo para acabar con su sequía y Losa asistió a Rubo para que el fichaje de invierno estrenara su cuenta. El gol de la honra de Jorge, sobre la hora, premió la valentía de un Griñón que quiso jugar y por eso encajó la manita.
En los cuatro partidos que quedan, empezando por la visita al Carabanchel de este domingo, será otra cosa. Eso sí, con el Villalba con la sartén por el mango: otra vez líder y con cuatro puntos de ventaja más golaverage sobre el quinto clasificado. Todo un botín.
CUC VILLALBA: Gaizka; Bielza, Rubén Muñoz (Pablo, 66’), Dorado (A), (Linares, 76), Chema; Olmedo, Guille Fernández; Manu, Campillo (Rubo, 78’), Álvaro; y Alberto Losa.
C.D. GRIÑÓN: Mariano; Lalo, Marco, Tejero (A,A,R,73), Juan Carlos (A), Segovia (A); Sergio (A) (Arturo, 71), Jorge, Álex (Moha, 59), Chuchi (Canga, 66) y Sergi.
GOLES: 1-0 Bielza (Min.41). 2-0 Losa (Min.64). 3-0 Olmedo (Min.75). 4-0 Álvaro (Min.82). 5-0 Rubo (Min.87). 5-1 Jorge (Min.89)
ÁRBITRO: Montes García Navas (2).
INCIDENCIAS: Cerca de 300 espectadores en la Ciudad Deportiva, en mañana soleada. Césped alto e irregular.