Esperanza Aguirre y Manuel Lamela (a la izquierda), durante una visita hace unas semanas al hospital Puerta de Hierro de Majadahonda; (Foto: ARCHIVO)
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La convocatoria de huelga ha venido acompaña de una fuerte polémica en los últimos días, ya que el PP había indicado que se trataba de una iniciativa “politizada” y “teledirigida” por parte del PSOE. El debate llegó también a la Asamblea de Madrid, protagonizando buena parte del pleno que se celebró en la tarde de ayer. Así, el portavoz de los socialistas madrileños, Rafael Simancas aseguró que más de 23.000 pacientes esperan más de 30 días para ser operados. “Son 23.390 razones para que usted dimita”, señaló Simancas dirigiéndose al consejero de Sanidad, Manuel Lamela; además, el portavoz del PSOE dijo que se comprometía a cambiar la gestión en este área para que “nadie tenga que salir a las calles de Madrid para defender lo que es suyo: una sanidad con calidad”. Más presupuesto sanitario
A raíz de esto, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, señaló que los grupos de la oposición “deberían erigir una estatua” a Lamela por su gestión por su gestión de la sanidad pública madrileña, en vez de usar políticamente la medicina”, en referencia a la huelga convocada para ayer y hoy por los sindicatos CC OO y UGT.
Aguirre dijo que el presupuesto sanitario ha aumentado en un 44 por ciento desde 2003, a pesar de que el Gobierno central no ha atendido el crecimiento en más de 800.000 habitantes que la Comunidad ha experimentado entre 1999 y 2005. Además, la presidenta autonómica recordó que en esta legislatura se ha impulsado la construcción de ocho nuevos hospitales y más de 50 centros de salud.
En cuanto al seguimiento de la huelga, Simancas ironizó señalando que “la calculadora” de Lamela “divide todo por 10”, en referencia a las cifras ofrecidas desde el Ejecutivo, sensiblemente inferiores a las manejadas por los sindicatos. En todo caso, añadió el líder del principal grupo de la oposición, “existe un profundo malestar y preocupación por el deterioro de la calidad del sistema, las condiciones de los trabajadores y la deriva privatizadora del Gobierno de Esperanza Aguirre”. “Si Aguirre lleva a cabo sus planes, los madrileños tendrán que acudir a la sanidad pública no con su tarjeta sanitaria, sino con la de crédito”. Desde Izquierda Unida, Fernando Marín afirmó que la sanidad “está yéndose al garete”, alertando igualmente de que “está en manos del sector privado”.
Un modelo con ventajas
Frente a las críticas, el portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Antonio Beteta, señaló que las acusaciones de Simancas constituían una “mentira” y subrayó que “los enfermos tardan 30 días en ser operados desde que los anestesistas indican que ha superado el correspondiente proceso preoperatorio”. Respecto al modelo de gestión de los nuevos hospitales, desde la Consejería de Sanidad han indicado que se optó “por la figura de la concesión de obra pública para siete de ellos y la concesión de servicio público para el hospital de Valdemoro” con el objetivo de afrontar este ambicioso proyecto en una misma legislatura. Este sistema, añadieron desde el Ejecutivo, cuenta con ventajas como la reducción de los costes de construcción, al margen de que se trata de una gestión “más económica y eficiente, y por lo tanto mejor para el ciudadano en términos de ahorro”.