ENRIQUE PEÑAS | Miércoles 22 de octubre de 2014
Lo que era una zona degradada se ha convertido en un renovado espacio natural que permite disfrutar de uno de los enclaves más significativos de Galapagar: el río Guadarrama a su paso por La Navata, principalmente en la Colada del Charco de la Hoya, una vez que han terminado los trabajos de mejora y acondicionamiento que se han llevado a cabo gracias a la colaboración de la Comunidad, el Ayuntamiento y la Obra Social de Caja Madrid, dentro del proyecto Ríos Vivos.
El propio consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, acudió el martes a Galapagar, acompañado por distintos responsables municipales, para comprobar de primera mano el resultado de esta actuación, que se ha desarrollado sobre una franja de 1.140 metros de la ribera del río Guadarrama, en una superficie aproximada de seis hectáreas correspondiente a la margen derecha y que en buena parte discurre en paralelo a la línea ferroviaria Madrid-Ávila-Segovia.
Las tareas realizadas
En concreto, las mejoras se han realizado sobre la zona de dominio público hidráulico y los terrenos anejos, dentro del lugar de importancia comunitaria (LIC) Cuenca del Río Guadarrama. Entre las principales tareas acometidas se encuentran la limpieza y retirada de residuos, mejora de la cubierta vegetal, corte de árboles correspondientes a especies impropias del ecosistema de ribera, poda de ejemplares para mejorar su crecimiento y regeneración, y plantación de árboles y arbustos pertenecientes a especies características del área.
Igualmente, se ha procedido a la mejora y estabilización de las márgenes, así como a la adecuación de la senda ya existente mediante el nivelado del terreno y su revestimiento con un pavimento que evita el encharcamiento, mantiene un aspecto natural y permite su uso por personas con problemas de movilidad.
Destaca también la creación de un mirador de madera en el punto intermedio del recorrido, además de una pasarela, del mismo material, que permite salvar las zonas encharcadas cuando se producen crecidas. Por último, se ha mejorado la señalización y el mobiliario con la instalación de paneles informativos, con hitos como los restos del molino de agua.
“Hoy podemos decir con satisfacción que todos los vecinos de Galapagar, y de Madrid en general, tienen una nueva zona a la que acercarse y poder disfrutar de la naturaleza, siempre con respeto y cuidando el entorno”, concluyó el consejero.
85 kilómetros de riberas
La Comunidad de Madrid ha restaurado alrededor de 85 kilómetros de riberas en los últimos años, en su mayoría pertenecientes a ríos que discurren por parques regionales como el del Sureste (cursos bajos de los ríos Jarama y Manzanares, con tramos del Henares y del Tajuña) y el del Curso Medio del Río Guadarrama.
Parte de estas actuaciones se han llevado a cabo en colaboración con el programa Ríos Vivos, una iniciativa de la Obra Social Caja Madrid dirigida a la recuperación y restauración de espacios naturales cuyos hábitats han perdido parte de sus valores naturales a consecuencia, sobre todo, de la presión del hombre. La idea es mejorar esos entornos para dejarlos a disposición de los ciudadanos, que podrán disfrutar de ellos mediante usos controlados. Una actuación similar se ha desarrollado en el arroyo de la Poveda, en Collado Villalba.