Verona roza el ritmo de los grandes en Walter 2000

Perder 3:53 minutos con un excepcional Nairo Quintana en la primera de Pirineos de la Volta no es baladí, más si en los dos días previos uno se ha metido una kilometrada cortando el viento al pelotón, marcando ritmos, protegiendo a un líder en estado de gracia en los sprints. Carlos Verona anduvo cerca del tren de los grandes de la Volta, en el exigente final de Walter 2000, un puerto donde Rigoberto Urán, al frente del Sky, preparó un ataque brutal a su jefe Bradley Wiggins, finalmente superado por un colosal Quintana, más escalador, rematador al final de una batalla que implicó a los Movistar, Valverde a la cabeza, a Purito, a Van den Broeck, a Thibaut Pinot...Nombres Tour adelante, con Carlos Verona cerca. El sanlorentino subió de golpe más de 50 puestos en la General, metió más de medio minuto a un consumado escalador como el venezolano José Rujano, el jefe de Vacansoleil, y fue el segundo corredor que situó en meta el Omega Pharma Quick Step, tras el belga Dries Devenyns. Excepcional balance para el novato de 20 años. Esa noche, la del miércoles al jueves, previa a la etapa reina de Port Ainé, a Verona le llovieron las felicitaciones vía redes sociales, mientras remataba un trabajo para su carrera de Márketing.

Vuelta a Turquía en abril
La Volta a Catalunya ha supuesto el debut europeo de Carlos Verona con el Omega en una ronda por etapas en territorio europeo, tras la experiencia del Tour de Langkawi, en Malasia, donde corrió hace tres semanas. En principio, tras Catalunya el sanlorentino descansará, antes de afrontar en abril la Vuelta a Turquía, otra carrera de una semana. Salvo cambio de planes, Verona no estará en las grandes clásicas de las Ardenas ni en el Giro de Italia.