El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“El órdago ya está echado y las dos corrientes socialistas enfrentadas en la Agrupación de Collado Villalba, es decir, los oficialistas de Juan José Morales y los últimos nostálgicos del josepablismo sólo esperan a que su adversario político cometa el más mínimo error para tirarse al cuello. Los primeros, gracias a un pacto de conveniencia entre familias, parecen a priori los más fuertes tras hacerse con la Secretaría General, pero los chicos de JP no se arrugan, sobre todo al ser conscientes de que pueden hacer mucho daño al PSM si al final cumplen su amenaza de irse al grupo mixto -dividiendo al grupo municipal en dos partes-, caso de no ver restituidos los salarios recibidos por su condición de ediles, dice Lobo Cojo. Y todo esto, que ya es de dominio público, está generando comentarios para todos los gustos. Así, esta semana han llegado al buzón de nuestra rotonda misivas donde los vecinos muestran su cabreo: “Morales no debería expedientar a sus compañeros contestatarios, sino irse con ellos a casa. Total para lo que hacen... Se han pasado años y años viviendo del cuento y cobrando buenos sueldos. Que trabajen, si tienen suerte, como todo hijo de vecino y si no que se apunten al paro”. Y ahí va otra: “Todos estos ‘mamandurrias’ han estado mucho tiempo chupando de la teta de JP sólo por levantar la mano en los plenos (sueldazos, viajes de placer, comilonas, corridas de toros en Las Ventas, etc.) y ahora, con los 550 euros que reciben, están más quemados que el palo de un ‘churrero’. Y claro, el fenómeno nada puede hacer por ellos, pues es público y notorio que, políticamente, está totalmente achicharrado”.