Cartas al Director

Verdades a medias y mentiras absurdas

UN TESTIGO INDIGNADO Collado Villalba

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras cumplirse el primer aniversario de los despidos, vía ERE, de una treintena de trabajadores del Ayuntamiento de Collado Villalba, he visto cómo durante este tiempo se han dicho muchas cosas que no son verdad, intentando algunos culpar de todo lo sucedido a personas vinculadas a otros sindicatos (no al suyo), que lo único que hicimos fue luchar y negociar para evitar que estos compañeros se fueran a la calle. Lo grave es que interesadamente se está intentado ocultar la verdad.

La negociación tuvo de todo, pero sólo hubo un momento, casi al final del proceso, en el que verdaderamente se pudieron evitar los despidos, y sólo un sindicato no quiso ceder. Recuerdo que un día antes de la última reunión se consiguió poner de acuerdo a todas las partes. Incluso el alcalde, Agustín Juárez, aceptó dejar a cinco de sus concejales cobrando media dedicación; CGT, CC OO y CPPM estaban de acuerdo en bajar hasta el 80 % por ciento sus percepciones por los días de baja laboral, ampliar la jornada a 36 horas afectivas semanales, rebajar el precio de las horas extras y quitar la cesta navideña. Sólo UGT debía ceder a quitar el sueldo a todos los concejales de la oposición (menos a los portavoces) y firmar la derogación de los artículos de su convenio relacionados con las reducciones en la jornada de una hora en verano y Navidad, para de esta manera poder llegar a 36 horas semanales reales. Todos, trabajadores y representantes sindicales, éramos conscientes de que dicha propuesta era la última oportunidad para poder evitar los despidos laborales de los compañeros afectados por el ERE y, además, quedaba abierta la negociación para tratar posteriormente las cinco amortizaciones correspondientes a los funcionarios interinos, pero UGT no quiso ceder. Y, claro, pasó lo que pasó.

Por todo ello, cada día que pasa me cuesta más entender que los verdaderos culpables de todos estos despidos, que tienen nombres y apellidos, intenten seguir manipulando a quienes quieran escucharles con verdades a medias o mentiras absurdas.