OPINIÓN
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Después de que Toni Cantó diera una lección magistral en el Congreso defendiendo la admisión a trámite de la ILP, parece que luego ha escarbado. Cuando le han vuelto a poner la alcachofa acerca de la Tauromaquia no ha querido volver a hacer declaraciones sobre el asunto. Los complejos de la mayoría de los políticos, su temor a la pérdida de votos o el huir de la polémica hacen que haya querido esquivar el asunto.
La semana ha tenido una noticia digamos optimista. La película Blancanieves se ha llevado 10 goyas y ha arrasado en la gala celebrada el pasado domingo en Madrid. Este largometraje tiene un gran fondo taurino, rodajes en la plaza de toros de Aranjuez y la aparición de enanitos toreros. En una España donde muchos actores también huyen de todo lo que huela a Tauromaquia es de agradecer que su director, Pablo Berger, además catalán, haya planteado un argumento con un importante fondo taurino. Aunque todavía existe por parte de varios directores el compromiso de producir una gran película sobre toros, Blancanieves al menos devuelve al cine español a la Fiesta taurina, que es parte de la Cultura, aunque a algunos no les agrade.
Por otra, parte, la temporada se aproxima y las posturas están muy enconadas de cara a la negociación del nuevo convenio con los profesionales taurinos. Sin embargo, la Unión de Matadores, Novilleros, Banderilleros y Mozos de Espada ha mostrado interés en sentarse en la mesa y buscar puntos de acuerdos que beneficien principalmente al sector. En el caso de subir los mínimos de los espectáculos taurinos, de no haber acuerdo, la sangría para este 2013 puede superar todo pronostico.