El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras la nota de prensa emitida la semana pasada por el Equipo de Gobierno de Torrelodones en la que anunciaba la desaparición del Premio de Poesía Juan Van Halen, aludiendo a la falta de respuesta del autor ante las nuevas condiciones del certamen (con una considerable reducción tanto en la dotación económica como en la cantidad destinada a la edición de la obra ganadora), el propio poeta y político madrileño ha remitido un comunicado en el que considera que mantener el premio “resultaba inviable en su nueva reformulación”. Igualmente, lamenta la paralización del proyecto para crear biblioteca en La Solana, anunciando que, si esta situación continúa, donará al Instituto Cervantes los miles de libros que en su momento acordó ceder a este palacete de Torrelodones.
En primer lugar, Van Halen afirma que no caerá “en la tentación de entrar en el trasfondo político que pudiera tener la no convocatoria este año del premio de poesía que lleva mi nombre”. “No puedo creer en esa motivación ni como posibilidad remota”, subraya el reciente ganador del prestigioso Premio Ciudad de Melilla, que recuerda que Torrelodones “ha sido y es una referencia permanente en mi obra”.
Viabilidad y prestigio
Sin embargo, añade que el editor de los trabajos seleccionados “no es mi representante ni vía aceptable para hacerme llegar indirectamente propuestas oficiales sobre el premio”. “Para quienes conocen este ámbito no supondrá sorpresa saber que una de las fórmulas para acabar con la viabilidad y el prestigio de un galardón es rebajarlo. Es imposible, por ejemplo, pretender que el libro premiado se edite por la tercera parte de su costo real. El premio en su nueva formulación resultaba inviable”, indicaba Van Halen, para quien una “solución inteligente, si se hubiese deseado mantener el premio, hubiese sido anunciar su convocatoria bienal mientras dure la crisis económica”.
Si a esto, continuaba, “ añadimos que no he vuelto a saber nada de la Biblioteca-Centro de Poesía Juan Van-Halen en La Solana, proyecto que cuenta con un acuerdo firmado y en cuya trayectoria me impliqué en su día con ilusión, es obvio que mi ánimo sobre el particular está bastante maltrecho”.
En cualquier caso, el autor de obras comoLas olas del retorno, Púrpura y ceniza, De carne o de cristal o Vivir es ser otro, concluye diciendo que “nada me haría más feliz que el premio se recuperase y la biblioteca fuese una iniciativa en favor de mi pueblo natal y de mis paisanos”.