El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La plataforma ciudadana Salvemos la Dehesa ha señalado que dos informes de la Consejería de Medio Ambiente “se contradicen a la hora de establecer las limitaciones ambientales al proyecto de campo de golf” en este monte de utilidad pública. “Los responsables de la Consejería se están plegando a las presiones de los promotores de este proyecto”, señaló uno de los portavoces de este colectivo, Miguel Ángel Soto. “Entre abril de 2011 y septiembre de 2012, la Comunidad ha cambiado sus criterios, diciendo ahora digo donde antes dijo Diego”.
Según explican desde esta plataforma, el informe del pasado 24 de septiembre de 2012 “modifica los criterios establecidos” en un documento similar con fecha 15 de abril de 2011. “Si en 2011 se especificó a los promotores una única ubicación dentro de la Dehesa, en 2012 se ha abierto la posibilidad de ubicarlo en otras partes del monte. Si en 2011 se afirmaba que sólo se permitiría el riego de la hierba autóctona -el pasto que actualmente comen las ovejas y caballos-, en 2012 se dice que los green serán de suelo natural, pero no se especifica que se prohibirá el césped artificial. Si en 2011 se prohibía la práctica del golf durante la época de alto riesgo de incendios forestales, en 2012 las únicas limitaciones serán las que establezcan la legislación vigente”.
“Es un despropósito hacer un campo de golf en una Dehesa Boyal que está siendo utilizada actualmente por ganado y también por cientos de vecinos”, manifestó Alejandro González, también integrante de este colectivo ciudadano. “La Consejería piensa que basta con colocar unas vallas de protección en algunas zonas para evitar que las bolas de golf desviadas impacten sobre viandantes, viviendas y vehículos, pero ha olvidado que habría que realizar un vallado perimetral de todo el campo para evitar que dañen también al ganado o a los numerosos vecinos que utilizan la Dehesa”, concluyen desde la plataforma.