El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El trazado del camino, la mejora de los márgenes del río, el tratamiento de la vegetación de ribera o la poda son algunas de las labores que se están desarrollado en las inmediaciones del río Guadarrama a su paso por La Navata gracias al proyecto Ríos Vivos, una iniciativa conjunta de la Consejería de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Galapagar y Obra Social Caja Madrid. El alcalde, Daniel Pérez Muñoz, junto al concejal de Medio Ambiente, Ángel Camacho, visitaron la zona en la mañana de ayer, comprobando de primera mano el buen ritmo al que avanzan los trabajos para la recuperación de este valioso espacio natural.
En pocos días, indicaron los responsables municipales, finalizará la limpieza y retirada de residuos, dando paso al comienzo de las plantaciones, instalación del mirador y la pasarela de madera, drenaje del camino o la señalización y mobiliario, entre otros.
De esta manera el río recupera su salud y todos los vecinos de Galapagar podrán disfrutar de este paraje de gran riqueza ambiental. Un entorno que además contará, gracias a esta intervención, con sendas ecológicas adaptadas para personas con discapacidad o movilidad reducida y dotadas de carteles de señalización, paneles interpretativos, zonas de descanso y puntos de observación de aves.
La puesta en marcha de este proyecto ecológico, en el que se está interviniendo un tramo de 1.140 metros y en el que se plantarán 500 árboles, ha sido posible gracias al convenio firmado en febrero de 2011 entre la Consejería de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Galapagar y la Obra Social Caja Madrid. Bajo el nombre Ríos Vivos, este programa persigue actuar sobre espacios naturales de gran valor ecológico, cuyos hábitats hayan perdido, a causa de la presión humana, parte de los valores naturales que le son propios. También promueve una adecuada regulación de accesos y usos recreativos para evitar posibles efectos negativos sobre los ecosistemas y fomentar su disfrute.
En este caso, la zona de actuación está próxima al núcleo urbano, tres kilómetros al norte del centro. El tramo está situado junto a la carretera M-525, de Galapagar a La Navata, y, según afirman desde el Consistorio, “se convertirá en poco tiempo en un punto de encuentro para el disfrute de todos los amantes de la naturaleza.