El Gorronal no es un gueto

Mientras que la plaza de los Cuatro Caños de Villalba-Pueblo ha sufrido dos remodelaciones completas en los últimos 20 años, una zona tan popular como el barrio de El Gorronal lleva ese mismo tiempo esperando ver cumplidas algunas de las muchas promesas realizadas por los responsables de los distintos gobiernos locales habidos en estas dos últimas décadas.

De este populoso barrio se ha dicho de todo. Primero que era un gueto de extremeños y andaluces, como si ser de Extremadura o de Andalucía fuese un delito. Y ahora que es un gueto de inmigrantes, lo cual tampoco es cierto puesto que gran parte de la población que tiene, desde hace muchos años, fijada aquí su residencia es española. Otro tópico sobre El Gorronal es su vinculación con ciudadanos magrebíes, acusación también incierta porque la mayoría de los inmigrantes que se dejan caer por esta zona son ecuatorianos y búlgaros.

Tampoco es cierto que aquí haya más inseguridad que en la calle Rafael Alberti (estación de autobuses), la plaza de Los Belgas (rivera del río Guadarrama) o la avenida Juan Carlos I (Zoco). Otra cosa es que se quiera criminalizar a los vecinos de El Gorronal. Es urgente desmentir que exista venta de droga en un barrio que se ha convertido involuntariamente en víctima del desconocimiento que existe entre muchos villalbinos sobre sus límites. La calle Nueva del Río, uno de los lugares más concurridos por los traficantes, no está en El Gorronal. Y la plaza de la Estación o la de Las Bombas, tampoco.

Insisto una vez más: El Gorronal no es un gueto, sino un ejemplo de convivencia e integración demostrada por unos ciudadanos que siguen sufriendo estoicamente el abandono y la desidia por parte de las autoridades municipales y regionales.