Opinión

Candidatos, candidaturas y grupos independientes

Luces y sombras

Manuel J. Ortega

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
No estoy muy al tanto de lo que pueda estar sucediendo estos días en la trastienda del PSM, pero las noticias que nos llegan -ahí están las críticas que ha suscitado la peculiar forma de elegir a Miguel Sebastián como candidato a la Alcaldía de Madrid- apuntan a que el gallinero preelectoral socialista está bastante revuelto. Y otro tanto ocurre en las filas del PP, donde los responsables de Génova a nivel regional llevaban más de un mes deshojando la margarita antes de anunciar el nombre de los aspirantes a regir, a partir de mayo, los destinos de los consistorios de la zona Noroeste. La ratificación, en el Comité Electoral Regional celebrado el miércoles, de casi medio centenar de alcaldables ha servido para poner fin a muchos rumores, entre ellos los que hacían referencia a los burgomaestres de Torrelodones, Galapagar y las dos Villanuevas, pero aún quedan por despejar algunas de las incógnitas que celosamente guarda dentro de su chistera Paco Granados, entre ellas la de Collado Villalba, un asunto que empieza a estar rodeado de bastante suspense. Tampoco es arriesgado predecir el enfado que va a generar en algunas sedes del PP el hecho de que las candidaturas propuestas por sus comités locales hayan sido desautorizadas por la Ejecutiva regional.Y lo mismo ocurrirá en las agrupaciones del Partido Socialista , sobre todo en aquellos casos donde Madrid nomine un cabeza de lista sin contar previamente con la opinión de los dirigentes de la agrupación local. Claro que como las navidades están a la vuelta de la esquina, es posible que la crispación que ha generado o pueda generar la designación oficial de los aspirantes a las alcaldías de algunas localidades serranas termine diluyéndose entre las burbujas de las copas de cava, tan al uso en las próximas fiestas, aunque los intereses que se esconden tras este tipo de operaciones con evidente calado político puedan reabrir las heridas en cualquier momento.

EL ACTA DE CONCEJAL SE COTIZA AL ALZA.- Pero las zancadillas, codazos y empujones entre la mal llamada familia política no terminan con las designaciones más o menos polémicas, o más o menos consensuadas, de los aspirantes a las alcaldías. Esta puja tiene su origen en la gran demanda existente, sobre todo en el entorno de los partidos políticos, para hacerse con un acta de concejal . Lo que se podría calificar como un nuevo fenómeno sociopolíticolaboral tiene, al menos desde nuestro punto de vista, una fácil explicación: aceptando el hecho de que nadie, en plan altruista, está dispuesto a asumir la responsabilidades de Gobierno en su municipio, pone en evidencia que entre los aspirantes a ocupar estos puestos lo único que prima es el nombre de la concejalía que les propongan (Urbanismo, Hacienda, Personal, Seguridad Ciudadana...) y, sobre todo, el sueldo asignado a cada una de estas áreas que, en municipios con más de 10.000 habitantes, suele oscilar entre los 1.500 y los 2.500 euros mensuales. Si a esto añadimos el concepto de gastos de representación, cotización a la Seguridad Social y la inminente entrada en vigor de la nueva ley que permitirá a los ediles, una vez abandonen el cargo, percibir como cualquier otro trabajador el subsidio de desempleo, este puesto se ha convertido en un auténtico chollo para cualquiera que tenga ansias de notoriedad, aspire a percibir un buen sueldo y, además, quiera abrirse paso en el siempre complejo mundo de la política. Aún así y pese a que la demanda va a ser mucho mayor que la oferta, los cabezas de lista van a tener que hilar muy fino si quieren encontrar a quienes tengan el perfil idóneo para desarrollar con éxito este trabajo donde, entre otros valores, debe primar aquellos relacionados con la fidelidad a sus compañeros y, sobre todo, la honradez.

LOS GRUPOS INDEPENDIENTES EN EL OJO DEL HURACÁN.- Posiblemente sea por el desencanto que generan en el electorado las listas cerradas o tal vez la respuesta responda al rechazo que provoca entre los ciudadanos las políticas dictadas por los dirigentes de los grandes partidos a sus representantes municipales, pero lo cierto es que en nuestra comarca cada vez que nos aproximamos a una convocatoria lectoral observamos cómo las candidaturas formadas por independientes cuentan cada día con más apoyo por parte de los electores. Por eso no nos sorprende, aunque sí nos indigna, que en municipios como el de Valdemorillo (cantera de conocidos ediles independientes), se pueda leer en una página web (www.valdemorillo.com) lindezas como estas: “En vísperas de la proclamación de candidatos, los dos partidos nacionales (PSOE y PP) deben hacer un esfuerzo de consenso dentro de sus organizaciones locales, con el fin de dejar el menor margen posible a los ‘francotiradores’ (se refiere a los independientes) de la política local que, como todo el pueblo sabe, las más de las veces vienen a solucionar sus problemas personales”. Esta proclama que aparece bajo la rúbrica de un supuesto Román Villalba, añade: “Se trata de que sean menos y más débiles porque los retos que debe aportar Valdemorillo a corto plazo no son aptos para aficionados”. ¡Toma castaña! ¿Y qué hacemos con los derechos que según nuestra Constitución les asisten a todas aquellas personas que, cumpliendo los requisitos que establece la ley, quieren concurrir a unos comicios electorales formando parte de una candidatura o liderando un grupo independiente?.

Después de esta lectura uno supone que el susodicho Román Villalba se debe considerar uno de los galácticos de la política local, además de un enemigo acérrimo de todos aquellos que aspiran a hacerse con un acta de concejal independiente. Y siento, de verdad, que una vez más tengamos que ser críticos con alguien o algo de Valdemorillo, pero el contenido del artículo de marras es sinceramente impresentable.