¿Lo que más nos preocupa?

No sé que noticias pueden llamar su atención porque, ante tanto desmadre, no resulta fácil elegir las más interesantes. Descartados los últimos culebrones protagonizados por Bárcenas, Oriol, Amy Martín y demás ‘trincones’ al uso y dejando a un lado el rollo ese de los mercados, del Ibex y de la prima de riesgo e intuyendo que a los políticos y a los sindicatos sólo les interesa sus liberados y sus subvenciones ¿qué hacer?

Por lo que veo, escucho y leo, lo que preocupa en este país no son los seis millones de parados o que sigan creciendo los comedores de caridad, sino en adivinar en qué desembocamos, si en un estado federal o en la abolición de las Autonomías ¡Por favor, qué más dará!. Lo importante es que cada uno haga de su capa un sayo y que los de las castas sigan en el machito. Que se lo pregunten a Mas y a Rubalcaba con lo del federalismo asimétrico. Bueno, y a Mariano Rajoy el evanescente, paradigma del aparecer y desaparecer, ambas cosas a destiempo. Impasible el ademán. Si tuvimos a uno cuya prioridad fue el talante, éste de ahora como buen gallego, aún no ha dejado claro si sube o baja ¡Qué alegría! Con razón se dice que de buenas voluntades está pavimentado el infierno. El zócalo es de intranquilidades. Las paredes, como las caras de muchos, de cemento armado.

Mientras tanto usted a lo suyo. Imite a los mamandurrios. Y si se tiene que apuntar a una huelga general, pues se apunta; aunque según se dice por ahí, para la próxima usted tendrá que pagarse el bocadillo y la pancarta. Esté atento, no se amargue si es pensionista, o está en el paro, o nunca encontró trabajo, o tiene que cerrar su negocio. Lea sólo las noticias importantes.