El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Con la llegada de la crisis, se ha producido en el mercado inmobiliario un tremendo ‘crack’ que ha propiciado una caída continua de los precios de las viviendas, lo cual ha provocado que muchos hipotecados se encuentren en la situación de que, a pesar de haber pagado elevadas cantidades, todavía deben más de lo que vale su propiedad. Con la aparición en los medios de comunicación de escenas relacionados con los desahucios, se ha creado en la sociedad española un movimiento de repulsa hacia los bancos que en muchos casos está sobradamente justificado. Al rebufo de ello se han formado corrientes interesadas que piden ‘dación de pago ya’. Bien, yo creo que hay que distinguir una cosa de la otra. La gente desahuciada de su primera vivienda porque no tiene ingresos para pagar sus cuotas, debe ser atendida todo lo posible y proporcionarle una vivienda cuyo alquiler no supere el 30% de sus ingresos, y el banco, además, debería cancelar la deuda pendiente, porque después de esa desgracia el desahuciado no debe seguir hipotecado toda su vida. Otra cosa es la dación de pago, ya que caso de aceptarse provocaría que la mayoría de aquellos que tienen hipotecado su piso, aún pudiendo pagar las cuotas, en caso de deber más de lo que vale su casa, no dudarían en entregarla en dación de pago para comprarse. Y la cosa aun sería más grave si se tratase de una segunda vivienda, porque en nuestro país la picaresca está al cabo de la calle.
PEDRO GUTIÉRREZ
Collado Villalba