Collado Villalba

El ‘Teatro sin Barreras’, o la pérdida de más de 10 millones de euros

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Tras la polémica suscitada por la petición del abogado del Estado y posterior retirada del embargo provisional de los bienes del ex alcalde, José Pablo González (PSOE), el ex edil de Hacienda, José Antonio Gómez Sierra, y del entonces interventor villalbino, por el caso ‘Teatro sin Barreras’ (más información en página 5), el actual regidor, Agustín Juárez (PP), ha declarado a El Faro del Guadarrama que “el Ayuntamiento ha perdido más de 10 millones de euros para el teatro por la mala gestión del anterior Equipo de Gobierno”.


Juárez ha explicado que, en primer término, “se han tirado a la basura 300.000 euros destinados al proyecto, se ha perdido la oportunidad de tener un teatro y además nos han paralizado todas las subvenciones estatales hasta que no paguemos este millón de euros”. Sin embargo, el regidor indicó que ya se “ha establecido un calendario de pagos con el Ministerio de Hacienda, que nosotros sí vamos a cumplir escrupulosamente”.

Los datos
Según la documentación que obra en poder de este periódico, el 23 de noviembre de 2010 se firmó un convenio entre el Instituto Nacional de Artes Escénicas y el Ayuntamiento para la construcción de un teatro en la finca Malvaloca. En el mismo se establecía el calendario de pagos hasta alcanzar los 10,7 millones que costaría la infraestructura, reservando 300.000 euros para el proyecto que el ex regidor presentó meses antes de las elecciones, en un acto al que acudió la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Dos días después de los comicios locales, el 24 de mayo de 2011, el Consistorio recibe una resolución del Ministerio de Cultura por la cual se otorga 1 millón de euros al Teatro sin Barreras, cantidad que se concreta en dos pagos: uno de 450.000 euros y otro de 550.000. Según las operaciones contables, el entonces Ejecutivo en funciones (hay que recordar que quedaban pocos días para que tomase posesión el nuevo Gobierno) remitió esos fondos a dos cuentas -una en Banesto y otra en el Banco Sabadell- para el pago de las nóminas de los trabajadores y de los intereses bancarios de los numerosos créditos contraídos, haciendo ‘oídos sordos’ a la resolución antes mencionada que indicaba que “la concesión definitiva de la presente subvención queda condicionada a la aprobación del gasto”. Es decir, que ese millón de euros debía ir destinado sine qua non a la primera fase del teatro.

Una vez que Agustín Juárez tomó posesión de la Alcaldía villalbina, una de las primeras ‘sorpresas’ con las que se encontró fue precisamente esta cuestión, ya que el Ministerio de Hacienda reclamó dicha cantidad, más los correspondientes intereses de demora de más de 50.000 euros, de una subvención que “nunca había sido justificada formalmente”, según indicaba en una resolución el propio Instituto Nacional de Artes Escénicas.