OPINIÓN
ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
El invierno pasa y no se adoptan medidas. Dentro de pocos meses, vendrán las lamentaciones. El sector taurino no escarmienta, no se moviliza, no se une para buscar alianzas y frenar la caída en picado de corridas y novilladas. Todas las partes tienen la obligación de ceder para buscar un bien común que beneficie al propio espectáculo.
Parece como si los enemigos de la Fiesta estuvieran dentro, cosa cierta, y no se quisiera perder en algo para ganar todos. En unos meses nos enteraremos de que un municipio ha decidido suprimir una corrida, dos novilladas o que no celebrará ningún festejo taurino, y entonces ya no habrá solución.
Se debe buscar la fórmula, para disminuir los costes de producción. Esta semana se habrán sentado las bases del nuevo convenio de profesionales taurinos. No es que no pueda subir un punto, es que se debe intentar que disminuya para hacer viable unos festejos que actualmente no lo son. Empresarios, toreros y banderilleros, todos, tienen que tener la conciencia y la consideración de que con los actuales tablas salariales resulta imposible organizar corridas y novilladas. O todos remamos en la misma dirección o esto se acaba.
Todo el mal no está en los toreros de plata. También hay que disminuir el precio de las entradas; los empresarios tienen la obligación de pagar íntegramente el posible nuevo convenio, pero buscando una bajada que ayude a sostener este espectáculo.
La Seguridad Social que un empresario abona por la organización de un festejo es desorbitada. Hay que atajar el tema desde dentro, dejar aparcados los intereses individuales y que cada gremio ceda o la sangría esta temporada puede ser histórica. Posiblemente tengan que actuar tres picadores, en vez de seis, o nueve banderilleros, en vez de doce. No lo sé, pero el modelo que ha imperado ya no vale. Siempre será mejor solución organizar 200 novilladas apretándose el cinturón que la mitad con el actual convenio.
Tras la subida salarial del 2 por ciento por encima del IPC fijada por los profesionales de cara a 2013 y rechazada por el colectivo de empresarios, parece que éste será el primer punto a abordar.