La Plataforma Ciudadana Salvemos la Sierra de Moralzarzal, integrada por Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (Grama), PSOE e Izquierda Unida, bajo el lema ¿Campo de golf en la Dehesa? ¡No, gracias! Moralzarzal tiene otra prioridades!, ha iniciado 2013 buzoneando en las viviendas de esta localidad un folleto en el que piden la participación ciudadana para poder paralizar el proyecto de construcción de un campo de golf rústico en la Dehesa Vieja de este municipio, actuación apadrinada por el Ejecutivo que preside José María Moreno (PP) y que cuenta, en principio, con el visto bueno de la Comunidad de Madrid para consumar su ejecución. Este desarrollo ocuparía alrededor de 10 hectáreas (equivalente a unos 10 campos de fútbol) en un Monte de Utilidad Pública, que fue catalogado en el año 1892 y considerado por tanto como suelo protegido, cuya superficie es de 59 hectáreas de pastos, encinas, enebros y fresnos.
Se trata de una de las principales zonas verdes que quedan en esta localidad. Aún así, el Ayuntamiento, donde el Equipo de Gobierno popular cuenta con mayoría absoluta, ha argumentado ante la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, regida actualmente por Borja Sarasola, que el campo de golf propuesto tendrá la categoría de ‘rústico’, algo que, según el manifiesto promovido por la plataforma ciudadana Salvemos la Dehesa, no es cierto, como tampoco lo son las explicaciones dadas por este Consistorio cuando ha intentado disfrazarlo como un proyecto de “educación ambiental”, algo que a nivel económico se considera totalmente inviable, dado que las condiciones climatológicas invernales de este municipio impedirían durante gran parte de los meses de invierno las practica de este deporte y, en verano, ya la citada Consejería tiene prohibida su práctica desde hace tiempo en este paraje natural, por lo que su actividad se limitaría a un periodo de menos de medio año.
Por otro lado, el golf en nuestro país tampoco pasa por sus mejores momentos al no ser este ajeno a la crisis económica que padece nuestro país. Sólo en la zona del Mediterráneo los complejos deportivos dedicados a este deporte mantienen a duras penas su actividad durante todo el año gracias al turismo de invierno de países como Inglaterra y Escocia, donde el clima les impide su práctica durante el invierno. En este sentido, basta con darse una vuelta por los 31 campos de golf existentes en nuestra Comunidad para ver su inactividad. El folleto buzoneado esta semana en Moralzarzal por Salvemos la Dehesa, así lo señala, al decir que entre 2010 y 2012 el numero de licencias de practicantes de este deporte ha disminuido en 22.241personas, lo que supone un 6,7 por ciento del total.
El ejemplo QuijornaAsí, son muchos los vecinos de esta localidad que aseguran no entender los motivos que pueda tener el Consistorio local para seguir insistiendo en la realización de este viejo proyecto que muchos, al principio, se tomaron un poco a broma, pero que poco a poco han podido comprobar que va totalmente en serio. Tanto es así que las arcas municipales, que precisamente no atraviesan por sus mejores momentos, ya se han gastado cerca de 30.000 euros en el proyecto, cantidad que, como ha denunciado la plataforma Salvemos la Sierra, “ha sido restada de otras partidas sociales mucho más necesarias para los vecinos de Moralzarzal”.
Todo parece indicar, pues, que el Ejecutivo local presidido por José María Moreno, quiere repetir en la Dehesa Vieja de Moralzarzal un desarrollo similar al de Quijorna, localidad madrileña que en el año 2004 transformó su Dehesa en un campo de golf rústico de gestión municipal, donde la especulación, advierte el colectivo ciudadano, ha sido su denominador común, empezando primero por la colocación de césped artificial que posteriormente fue sustituido por hierba natural, lo que exige a un continuo gasto de agua. Pasado un tiempo, el necesario para su acondicionamiento definitivo, y dada su inviabilidad económica, el Ayuntamiento de Quijorna cedió a un promotor privado la gestión de dicho campo de golf, que fue bautizado con el rumboso nombre de Quijorna Golf & Family Club, en el que ya se han levantado varias edificaciones y en cuyo entorno hay ya proyectados nuevos desarrollos urbanísticos que se consideran imprescindibles, pese a la crisis por la que atraviesa el sector de la construcción, para hacer rentable el proyecto.
De ahí que en Moralzarzal ya se empiece a especular con los nombres de los propietarios de los terrenos próximos a la Dehesa Vieja por lo que pudiera suceder en un futuro más o menos inmediato, caso de consumarse este proyecto, barajándose incluso algunos nombres relacionados con empresarios conocidos de la comarca como presuntos beneficiarios de un negocio que nada tendría que ver con el deporte o el ocio. Y este es el mensaje que la plataforma Ciudadana Salvemos la Sierra ha querido hacer llegar a los moralzarzaleños a través de un folleto que resalta los inconvenientes que supondrían para el municipio este tipo de instalaciones que “representan una reducción del uso público del territorio, supone una alteración de los recursos hídricos disponibles, contaminación del medio sobre el que se asientan (aire, suelo y agua) y es utilizado como elemento de especulación asociado a desarrollos urbanísticos”, pidiendo por ello la participación ciudadana al considerarla fundamental para paralizar dicho proyecto. A tal fin pide a los vecinos a que presenten una queja en el Ayuntamiento o envíen un correo electrónico al alcalde y a la Concejalía de Medio Ambiente, mostrando su rechazo (
alcaldia@moralzarzal.es) o a la propia dirección general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid (calle Alcalá, 16).