El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Durante las últimas semanas se ha realizado una campaña de limpieza de las pintadas realizadas en el muro perimetral del cementerio de Torrelodones. Desde el Ayuntamiento explican que a pesar del carácter ejemplarizante que tuvo, el pasado mes de mayo, la condena a dos graffiteros que debieron abonar los daños causados y que uno de ellos fue sancionado a realizar trabajos para la comunidad, “lo cierto es que el número de estas prácticas no disminuye”.
“Además de la nefasta impresión estética que los graffitis ocasionan en el paisaje urbano de Torrelodones, las cifras de lo que cuesta suprimirlos son impresionantes”, indican desde el Ejecutivo. En este sentido, añaden estas mismas fuentes, la empresa de limpieza Urbaser calculaba entre 50.000 y 80.000 euros anuales los gastos en este concepto.