ALICIA CASTILLEJO. Collado Villalba
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Por desgracia, con medias verdades es como mejor se miente. Y la exaltación de la inmigración por parte de algunos políticos está plagada de medias verdades.
Yo no digo que no crezca la economía por la masiva llegada de inmigrantes a nuestro país. Lo que sí les puedo decir es que mi economía no ha variado por este concepto. Puede que los empresarios que pagan sueldos de hambre a estas personas y no pagan las cuotas correspondientes de IRPF o a la Seguridad Social, se estén enriqueciendo, pero yo vivo mucho peor que hace 20 años, porque hace dos décadas se pagaba la hora limpiando a 2.000 pesetas y hoy tienes a una inmigrante haciendo este mismo trabajo por 3 euros (500 pesetas).
En ningún país europeo se censa a un ilegal y sin este requisito no tienen derecho a sanidad, educación, ayudas sociales, etc. Resulta duro ver cómo gente que ha venido de otros países y que está vinculada a la economía sumergida, se beneficia no tan sólo de estos servicios, sino de de las ayudas regionales y municipales, mientras a nosotros se nos niega una plaza para nuestro hijo en la guardería o nos ponen muchas trabas para acceder a un piso subvencionado
Creo que en este país hay demasiados políticos demagogos. Me gustaría saber a qué colegio privado van sus hijos, si tienen que aguantar el vandalismo existente en los centros públicos o si van a una consulta médica en un ambulatorio saturado de extranjeros. Por eso sería conveniente que cuando hablen de lo que aportan los inmigrantes a nuestra economía, no utilicen las macrocifras del gobierno central; réstenle los gastos de ayuntamientos y comunidades autónomas.
Yo no tengo nada contra aquellos que proceden de otros países, pues fui inmigrante en Alemania en los años 70-80. Lo que no admito es que me tomen por tonta, pues lo que se ahorran en impuestos, seguridad social y sueldos los empresarios, terminamos pagándolo los más desfavorecidos, o sea los que vivimos de un sueldo. Ya es hora de que esos que no paran de decir que este es un país rico, defiendan que tanto los inmigrantes como los españoles ganemos un salario base digno, de 1.200 euros como en Holanda, Francia o Alemania.