El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Uno de los datos que mejor refleja la caída del sector inmobiliario es el de las licencias de construcción, que durante la pasada década constituyó una de las principales fuentes de ingresos de los ayuntamientos, hasta que el pinchazo de esta burbuja dejó a las arcas municipales en una preocupante situación de precariedad.
Uno de los municipios en donde el boom inmobiliario se manifestó de forma más evidente fue Torrelodones, principalmente a través de la construcción de promociones de chalés individuales y pareados. En estos años, el Consistorio tramitaba una media de 270 nuevas licencias, cifra que se desplomó a partir de 2008. Ahora, explican fuentes municipales, se ha producido un leve repunte, si bien la actividad de construcción residencial todavía está muy alejada de las cifras del periodo 2000-2007.
Una vez cerrado el ejercicio 2012, los Servicios Técnicos de Urbanismo han indicado que el pasado año se tramitaron 35 nuevas licencias de construcción, todas ellas de viviendas unifamiliares, de las que nuevo fueron aisladas y 26 pareadas.
Estos datos muestran un pequeño incremento de la construcción en Torrelodones frente a 2011, año en el que se concedieron 31 licencias, y un incremento del 60 por ciento en relación a 2010, cuando apenas se otorgaron un total de 15.
Por su parte, el Equipo de Gobierno que preside Elena Biurrun (VxT) destaca que, “pese a la fuerte caída de ingresos de origen inmobiliario que se ha registrado el Ayuntamiento, las cuentas públicas se encuentran saneadas, habiéndose reducido la deuda en el último año en más de 2,5 millones de euros y obtenido un superávit superior a los 5 millones de euros”.