Toros

El diagnóstico de San Blas

ALFREDO FERNÁNDEZ | Miércoles 22 de octubre de 2014
Ganaderamente, la feria de Valdemorillo es de lujo. Victorino y Juan Pedro dan cartel y aportan interés. Al final repite San Román; queramos o no, es su plaza, la podrá imponer por las buenas o por las malas, pero manda y puede decidir lidiar o no. Es un derecho adquirido. Hay quien nos criticó por aventurar que repetiría, pero el tiempo ha demostrado que teníamos razón. En todo caso, lo que se gastarán de más en el ganado, se lo ahorrarán con los toreros. Es la gran verdad. Guste más o menos, la de Juan Pedro es una gran ganadería. El excedente de toros en el campo hace que muchos ganaderos tengan que adaptarse a la coyuntura económica y bajar precios si quieren dar salida a sus animales. Victorino Martín sigue siendo santo y seña y viene de una gran campaña durante 2012. Seguro que arrastrará muchos aficionados de Madrid y de la vecina Galapagar. Sólo cabe esperar que la presentación sea acorde y no una bacalá.

No seré yo quién diga que estos toreros no son dignos o que no merecen esta oportunidad, pero sí que se habría podido elegir a otros con más ambiente y cartel. Robleño, Javier Castaño, Alberto Aguilar o Diego Urdiales hubieran encajado muy bien con “victorinos”. Con Jiménez Fortes, López Simón o los mismos Nazaré o Juan del Álamo (que sí están en el serial) hubiera quedado una bonita combinación. Un dato: el apoderado José Antón ha encajado a un matador de toros y a un novillero. Se nota que tiene fuerza, dicen que mucha. Algo parecido ocurrió en la feria de Alpedrete o Villalba, cuando también toreó Alberto Lamelas.

El esfuerzo del Concejal de Festejos y su preocupación es verdadera, con independencia de que las cosas las pueda hacer mejor o peor. En la feria 2013 ha conseguido que la novillada vuelva a tener carácter gratuito para empadronados. La chapuza de montar una clase práctica gratuita, en donde no se puede cobrar entrada, quedó muy mal. Finalmente, San Román ha cogido un papel relevante; y digo yo, aparte de ganar dinero y figurar, ¿qué pinta Tomás Entero?